Tecleo en el nuevo ordenador al que he dado en llamar novísimo ya que el anterior , sobre el que se me derramó media cerveza , era igualmente nuevo . Un año tendría .
Lo concibo como un hijo más . Ya tenemos , Glaukopis y yo , cinco contando con Guillermo , Carmen , Titín y Emilou . Los cito por estricto orden de edad. El niño vive a día de hoy en la ciudad que lo vio nacer . En su casa en la que nos visitaban sus abuelos paternos antes de venirse a vivir a Cádiz , desde Sevilla , para estar más cerca de sus nietos , del mar y de mi . Fue entonces cuando nos mudamos a la actual situada a un tiro de piedra del océano Atlántico. Cambio de casa y pelillos a la mar que está tan cerca.
El primero , Guillermo ,estudió periodismo en la ciudad de la Giralda y se dedica a cantar y a componer . Si digo que lo hace bien o muy bien se pueden tildar mis palabras como poco objetivas viniendo de quien vienen ; de su padre . Por consiguiente están de más y sobrando.
La segunda , Carmen , vive en Alemania y es de carne y hueso . No así Titín , su hijo al que no parió. Se trata de un muñeco parlante , al que Glaukopis enseñó a hablar muy bien , que le trajeron los Reyes Magos cuando era muy niña . A pesar de ello , lo considero mi nieto y me visita de vez en cuando.
Lo trato , más que como a un nieto , como a un hijo al no estar su madre, Carmen, en Andalucía sino en Turingia.
La cuarta, igualmente de carne y hueso , pero felina ,es Emilou sobre la que he tecleado varias veces aquí en diversos posts . Nuestra familia , como es apreciable , es numerosa y me gusta hablar de ella. Prestos estamos a recibir algún plus estatal por ser tan prolíficos .
Prefiero teclear sobre ellos antes que hacerlo sobre otros asuntos de mayor o menor enjundia. No está el horno para muchos bollos y siempre la familia es ,y fue , la familia .
El otro día vino a vernos Titín . Aunque siempre fue muy inteligente advertí , por sus dichos , que lo era aún más si cabe . Nos dijo , entre bromas y veras , que había viajado a la Luna y al planeta Marte en el que estuvo alojado en casa de Rosita Rojo . El covid-19 lo cogió allí y , al estar prohibida cualquier posibilidad de acceso a España , fue el motivo por el que había retrasado su visita. Echábamos de menos sus llamadas , sus wasaps , sus mensajes o cualquier otro tipo de contactos y nos respondió que todo se había ido al garete con el malhadado virus coronado que asoló la Tierra . Nos satisfizo su respuesta y salimos a tomarnos unas copas . La conversación que mantuvimos con Titín supuso , para nosotros sus abuelos , un robustecimiento de su altura intelectual . No está bien decirlo pero así es.
El quinto es el novísimo ordenador . Tres eran las hijas de Elena y cinco son nuestros hijos. Tres de ellos de carne y hueso y los otros dos de pasta muy evolucionada y tecnificada . Es probable que en exceso .
De algo que no fuese muy serio tenía que escribir y es sobre ello en lo que estoy tecleando . Cumplo así , por hoy , la promesa pocas veces cumplida . En caso contrario no habría vuelto, tal como digo en la entrada anterior , ni sería real mi regreso . Lo es como puede apreciarse por estas letras . Tan real como la vida misma mientras vivamos. Repito que prefiero teclear sobre mi descendencia a hacerlo sobre otras cuestiones manoseadas y manidas como el covid-19 . ¡ Qué hartura de coronavirus !.
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