Hoy por la mañana le he escrito a Carlos . No a Carlos de Habsburgo el rey de España y emperador alemán . ¡ Estaría bueno !
Son mis letras , todavía no ha nacido pero piensa hacerlo si Dios quiere , inconexas . Propias de alguien que está deprimido . Lo he hecho porque mi hija , la futura madre , me ha regalado un libro blanco en el que debo escribir cosas , a Carlos , en el que le cuente algunos recuerdos míos . La intención de nuestra hija Carmen , como siempre, es la mejor . El escribidor piensa hacerlo .
En ellas decía , entre otras cuestiones importantes , que el nombre de su madre es Carmen . Carmencita como le decimos sus padres y su marido , Markus , el futuro papá .
Será , si Dios quiere , un turingio más al que el bosque de Turingia deslumbrará entrando por los cristales de las ventanas y , también si Dios quiere y poco después , verá las olas del océano Atlántico . El mar por el que los navegantes , que han sido muchos , hacen sus derrotas desde tiempo inmemorial .
Le digo, al final de mis letras , que mañana seguiré contándole otras cosas importantes . Será otro día . Martes catorce de septiembre del año 2021.
No las pienso teclear aquí . Estarían de más . Sobrarían .