Se parece a la madre. Tan guapo como ella y está hecho un hombrecete con una pinta de francés que se cae. Charles Hugo , que así pensaba su madre ponerle mientras lo gestaba y así le puso , tiene los ojos azul cielo y parece un cielo como diría cualquiera persona corrientona o tontita de las que abundan por aquí , por ahi y por todas las partes del planeta azul marino : el nuestro. Cualquier persona corrientona de las que hoy votarán en Andalucía pensando , con ingenuidad y buena fe o sin una ni otra , que el gobierno que salga de las urnas mejorará en algo la situación lamentable en la que nuestra Andalucía , situación extensible a nuestra España , se encuentra. Cuestión difícil de lograr a la vista de los candidatos a la presidencia de la Junta andaluza. Mas no es éste el asunto que me lleva hoy a teclear , sino la alegría que me ha producido recibir noticias de mis antiguos amigos y compañeros de trabajo en EL RECLAMO DEL GOURMET en el que tan buenos ratos y tan bien yantaron y libaron sus clientes y nosotros mismos gracias a la esplendidez y bien dirigir de su dueño y gerente don Justo de la Justicia Grande , ya fallecido.
Charles Hugo aparece en la foto , junto a sus padres , a orillas del río Sena dispuesto a darse un paseíto con ellos en un bateau - mouche . Viven en París y trabajan en un restaurante de la capital francesa , igual de bien que trabajaban en Cádiz , porque su madre es francesa y su padre medio francés como conocen los lectores asiduos del blog. Lo anterior no es nada nuevo tampoco para mí en cuanto que sus respectivas historias conozco . Lo que sí es nuevo , porque me lo dicen mediante letras de Arturo en carta con sobre cerrado y a mi nombre en la que viene la foto de Charles Hugo , es que en Francia tampoco está la cosa laboral y económica como para atar los perros con longaniza aunque ellos no puedan quejarse , sino todo lo contrario , de su situación económica y laboral. Tienen contratos a largo plazo mientras el restaurante marche bien como está marchando gracias a la buena dirección , en la que Arturo participa , de monsieur Malet , el gerente , quien se pasa en él , controlando y supervisando , dieciseis horas al día. Dando ejemplo de laboriosidad y de saber hacer y estar ; lo que no es poco.
Me dice Arturo , aparte de comentar los contento que está con su mujer y con su niño , que el gobierno francés le ha prohibido , por su excesivo gusto por el whisky y por los buenos vinos franceses , españoles o de cualquier sitio en el los que los haya , ejercer su profesión de piloto aeronáutico y su afición a circular por las carreteras francesas. Que no sabe si en España , que tan diferente es y sobre todo Andalucía , podrá pilotar aviones o conducir coches , cuestiones que echa de menos aunque no esté de más que la prohibición( pienso yo ) se mantuviera no solo aquí sino en todo el extenso ámbito mundial para mayor seguridad de todos. Una cosa es embimbarse en su casa y otra conducir , se trate de vehículo aéreo o circulante sobre ruedas en asfalto y tierra batida o sin batir , con treinta copas de más o pilotar aviones y naves interestelares con cuarenta se llegue o no se llegue , que es lo más probable aunque en nuestro viaje se llegó , al planeta rojo en el que conocimos a Rosita Rojo e innumerables , no innombrables , cosas más nos pasaron. Casi tantas como le ocurrieron a don Quijote cuando de su aldea vino pero de menor enjundia literaria .
Me cuenta Arturo en su carta que el día en el que navegaron por las aguas de el Sena en el bateau mouche con Charles Hugo , el niño se comportó como un adulto admirando los edificios que veía desde la embarcación , preguntando por todo en su lenguaje propio ( francés de niño ) y demostrando una curiosidad que Ninette y él piensan fomentarle durante su niñez , juventud y , si Dios les da vida , madurez sin que haya en su años teléfonos móviles y otros instrumentos enajenantes que tan al uso están entre niños y jóvenes a día de hoy y que tanto atontolinan a las juventudes de todos los frentes carentes de frente.
Arturo , cuando está sobrio como estaba mientras escribía la carta y en contadas ocasiones , es hombre admirable por su sagacidad , sapiencia.y simpatía innata . Pienso que quizá se pasa con frecuencia en la bebida con la intención de sobrellevar a tanto estúpido como anda suelto. Si su hijo , tan guapo probablemente por ser hijo de la bella Ninette sigue así y no hereda la afición paterna a empinar el codo , creo que será un hombre ejemplar y modélico . Tal vez , puede ser , modelo de pasarela. Condiciones físicas parece tener para ello y cabeza y sentido común para más. Dedicarse a la política no creo que se dedique . Le responderé a su carta mediante correo postal ordinario que cada vez lo es menos en cuanto que lo ordinario son los correos llamados electrónicos y demás medios de comunicación personal hoy muy en boga que muy ordinarios son en cualquier sentido de la palabra ordinario.
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