Soy aficionado al fútbol como reflejan algunas entradas de este blog . Con probabilidad , la circunstancia de haber nacido en la calle Oriente, hoy Luis Montoto , de Sevilla ,cerca del Sánchez Pizjuán , algo tenga que ver con ello y con mi condicion de sevillista. El fútbol es deporte que, como el arte taurino, puede gustar más , menos o nada. A mí me gustan tanto el fútbol como los toros , gustos que a ninguna persona hacen daño aunque sean denostados por muchos. Me gustan más cosas pero ellas no vienen al caso. Se suele decir que la afición al fútbol es una vulgaridad y que la afición a los toros es crueldad ; por tanto debo ser persona vulgar y cruel. Así será si así les parece. Libres son ustedes de pensar lo que quieran. Lo que desde luego no soy es cursi , algo , para mí, insoportable. Pocas cosas hay peores que intentar ser lo que no se es , intento ridículo muy extendido por motivos sociológicos que tampoco vienen al caso. Tan insoportable como moverse y pensar acorde con movimientos y pensamientos ajenos.
El sábado pasado , yendo por el paseo marítimo de Cádiz para ir a la visita diaria que hago a mi madre , que cumplirá si Dios quiere 87 abriles dentro de unos días, veo, en una de las terrazas del paseo , que estaban televisando el partido Getafe- Sevilla . Iban 20 minutos de juego y el resultado era de empate a cero. Comento la absurda alineación que el entrenador Gregorio Manzano ha puesto para enfrentarse al equipo madrileño con un señor, sevillista, que tomaba un café frente al televisor y a la playa de la Victoria, con su mujer, en un velador de la terraza. Llamo a mi madre y le digo que me espere más tarde ; y me dispongo a tomar una tónica junto al matrimonio de sevillistas que me han puesto al tanto de cómo estaba jugando nuestro equipo. Fatal , como comprenderá por los hombres que el entrenador ha colocado sobre el campo , me dice él. Muy mal, corrobora ella. A los diez minutos de estar viendo el partido , mi opinión coincide de manera absoluta con las de ellos y empezamos a comentar los fallos garrafales del entrenador Manzano.
Cinco defensas , un medio defensivo , dos más o menos ofensivos y dos delanteros aislados sin recibir balones. Un planteamiento para no perder cuando el Sevilla necesitaba ganar el partido para aspirar a jugar en la antigua UEFA , lo de la liga de campeones es una utopía este año. Y este planteamiento, ante uno de los equipos más débiles del campeonato español al que , para colmo, faltaban dos de sus mejores jugadores. Algo incomprensible a no ser que el señor Manzano quisiese forzar su expulsión al saber que se busca nuevo entrenador para la campaña próxima. Capel y Luis Alberto en el banquillo. Increíble pero cierto. Tan cierto como la derrota que parecía buscada. Dudo que se vaya a lograr la clasificación para la Europa chica. De conseguirse se debería más a méritos de jugadores que de entrenadores. Vaya racha que llevamos con los hombres que entrenan a nuestro equipo. ¿ Es tan difícil encontrar a alguien coherente y que tenga unas mínimas aptitudes y conocimientos para entrenar a nuestro equipo ?.
El sábado pasado , yendo por el paseo marítimo de Cádiz para ir a la visita diaria que hago a mi madre , que cumplirá si Dios quiere 87 abriles dentro de unos días, veo, en una de las terrazas del paseo , que estaban televisando el partido Getafe- Sevilla . Iban 20 minutos de juego y el resultado era de empate a cero. Comento la absurda alineación que el entrenador Gregorio Manzano ha puesto para enfrentarse al equipo madrileño con un señor, sevillista, que tomaba un café frente al televisor y a la playa de la Victoria, con su mujer, en un velador de la terraza. Llamo a mi madre y le digo que me espere más tarde ; y me dispongo a tomar una tónica junto al matrimonio de sevillistas que me han puesto al tanto de cómo estaba jugando nuestro equipo. Fatal , como comprenderá por los hombres que el entrenador ha colocado sobre el campo , me dice él. Muy mal, corrobora ella. A los diez minutos de estar viendo el partido , mi opinión coincide de manera absoluta con las de ellos y empezamos a comentar los fallos garrafales del entrenador Manzano.
Cinco defensas , un medio defensivo , dos más o menos ofensivos y dos delanteros aislados sin recibir balones. Un planteamiento para no perder cuando el Sevilla necesitaba ganar el partido para aspirar a jugar en la antigua UEFA , lo de la liga de campeones es una utopía este año. Y este planteamiento, ante uno de los equipos más débiles del campeonato español al que , para colmo, faltaban dos de sus mejores jugadores. Algo incomprensible a no ser que el señor Manzano quisiese forzar su expulsión al saber que se busca nuevo entrenador para la campaña próxima. Capel y Luis Alberto en el banquillo. Increíble pero cierto. Tan cierto como la derrota que parecía buscada. Dudo que se vaya a lograr la clasificación para la Europa chica. De conseguirse se debería más a méritos de jugadores que de entrenadores. Vaya racha que llevamos con los hombres que entrenan a nuestro equipo. ¿ Es tan difícil encontrar a alguien coherente y que tenga unas mínimas aptitudes y conocimientos para entrenar a nuestro equipo ?.
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