Salvando las enormes distancias temporales e intelectuales que me separan del ínclito don Francisco de Quevedo , caballero de Santiago y señor de la torre de Juan Abad ; salvándolas a su favor, naturalmente , me visita una joven periodista de mi periódico EL DÍA DE MAÑANA pregúntándome que si habría algún inconveniente para hacerle una entrevista al único entrevistador del mundo que consiguió entrevistar al inentrevistable señor de la miel , al agridulce , depende de quién y con quién hable , señor Láden o Laden , don Bin o don Ben.
Respondo que no hay inconveniente alguno y la joven periodista, mona, simpática y algo desvergonzada , llamada Berta como la madre del gran Carlomagno , comienza así su asaetamiento sobre mi corazon débil y mi cabeza coronada con manzanas como si se tratara de asestar el flechazo en mi testa coronada o en la parte más debil de mi corazón. Como si Cupido me lanzase dardos ígneos sobre mi testa o sobre el motor de mi gastado cuerpo, la joven Berta atina en el corazón y en la manzana que reposaba sobre la cabeza rubia y melenuda de Wilhelmulus Tell , hijo de Wilhem Tell ( el sufijo ulus es diminutivo como saben las personas cultas que han estudiado la bella lengua de Virgilio y de tantísimos otros romanos ).
Su primera mirada azul conquistó mi corazón. Su primera flecha, hizo lo propio con mi cabeza. Comenzaría , pues, yo, el rosario de respuestas , entregado. No sé si ella se me entregaría antes o después y, tras la finalización de su entrevista al entrevistador, se quedaría un rato conmigo para disfrutar del dulce amor o se marcharía con su novio a su casa para disfrutar del mismo o para tomarse un café y una copa a solas o a medias.Lo único cierto que yo sabía hasta el momento previo al comienzo de la entrevista era su nombre, el nombre de su periódico ( el mismo que el mío ), que tenía un tipazo y que el café lo tomaba sin azúcar. Amargo como a veces es la vida.
Dominus Wilhelmus , por favor, me inquirió con voz melodiosa de ecos dulzones de El Caribe, ¿qué opina usted de la situación actual de España y del mundo en general ?
Tanto de una como de otra opino muy mal como a renglón seguido le diré . En lo que respecta a nuestra querida España , Zapatero es un zapatero . Alguien al que su partido puso en la dirección temporalmente mientras encontraba a otro más capacitado, lo cual era muy fácil , y que por azar ganó las elecciones al darse cuenta la ciudadanía española del cuento chino que sobre la autoría del atentado sanguinario intentaba contarle el partido popular del señor Aznar , el feísimo penúltimo presidente del gobierno español , tan amigo del brutísimo , inculto , borrachín y embustero presidente Bush.
Los ha puesto verdes, don Wilhelmus.
Más se merecen, señorita Berta.
Parece desengañado de los políticos.
Convendrá usted conmigo que tenemos motivos sobrados para ello. En su mayor parte, no hay más que mirar con algo de perspicacia en todas las direcciones , es gente detestable. Ávida por figurar y por captar privilegios y prebendas unidas a bonísimos sueldos.Gente sin cultura y sin clase, sin categoría humana alguna como demuestran a cualquier hora , día, mes o año con sus dichos y hechos. Del Rey abajo ninguno , digo, como escribió don Francisco de Rojas Zorrilla allá por la primera mitad del siglo XVII.
Colijo que es usted monárquico, querido colega, comentó Berta cruzando sus piernas atractivas con impudicia y dejando ver sus bien torneados y morenos muslos hasta el más allá.
Aunque el Rey don Juan Carlos me es persona muy grata , al igual que casi todos los miembros de la casa real, en puridad no lo soy. Me da igual reino que república ; si bien no comprendo que , en los tiempos que corren para los reyes, se pueda ser enemigo acérrimo de tan tradicional institución. La historia debe hacerse sobre la historia y sin perderla nunca de vista. Intentar borrar el pasado es grave error de incalculables consecuencias. ¿ Qué poder tienen los reyes ?. Ninguno. Por tanto, no sé porqué a algunos molestan sobremanera. A mí, desde luego , nuestro Rey don Juan Carlos me parece merecedor de todos los respetos. No obstante el pueblo, tan carente de tantas cosas por culpa de los políticos y de la educación errónea que éstos les imponen, es soberano en plenitud. Si quiere república, pues república. Si quiere cargarse a España, que se la cargue. Si quiere tirarse por la azotea, que se tire. Es soberano y responsable. Responsable de sus aciertos y de sus errores. Corresponsable con los políticos que votaron y que nos llevan por tan mal camino. Por un camino negro que el zapatero Zapatero no quiso ver e intentó ocultarnos la negritud del túnel en el que estamos y del que dudo que podamos salir con Zapatero o sin él. Con Rajoy o con quién sea. Un túnel obscuro por el que camina la civilización actual dando palos de ciego porque no puede darlos sobre los culpables de la obscuridad. Sobre el gran capitalismo que todo lo cifra en tener más y más e intenta extender esta doctrina macroeconómica porque así se perpetuará en el poder que es lo único que le interesa. El poder económico para manejar al político. El verdadero soberano, no el pueblo aunque éste, ingenuo , así lo crea.
Vaya perorata, don Wilhelmus, casi no he tenido que preguntarle nada. Ha respondido sin preguntas.
Suponía las que eran,señorita Berta. Qué guapa es usted. ¿ Me acepta una copa ?.
Muy gustosa, gracias. Mientras le servía un vaso de buen Whisky , Malta, con hielo, me dijo, picarona. Un Whisky sólo.
¿ No me dijo con hielo ?.
Sabe lo que que quiero decir don Wilhelmus.
Wilhelmus sólo, sin don, respondí. Sólo con Berta sobre sábanas de hilo, me atreví a decir con mi finura habitual y mi decir directo. Y ella, la bella Berta, me acompañó al dormitorio y nos amamos. Espero que mi mujer y mis hijos no se enteren de esta pequeña infidelidad. La única en 25 años de matrimonio.
Respondo que no hay inconveniente alguno y la joven periodista, mona, simpática y algo desvergonzada , llamada Berta como la madre del gran Carlomagno , comienza así su asaetamiento sobre mi corazon débil y mi cabeza coronada con manzanas como si se tratara de asestar el flechazo en mi testa coronada o en la parte más debil de mi corazón. Como si Cupido me lanzase dardos ígneos sobre mi testa o sobre el motor de mi gastado cuerpo, la joven Berta atina en el corazón y en la manzana que reposaba sobre la cabeza rubia y melenuda de Wilhelmulus Tell , hijo de Wilhem Tell ( el sufijo ulus es diminutivo como saben las personas cultas que han estudiado la bella lengua de Virgilio y de tantísimos otros romanos ).
Su primera mirada azul conquistó mi corazón. Su primera flecha, hizo lo propio con mi cabeza. Comenzaría , pues, yo, el rosario de respuestas , entregado. No sé si ella se me entregaría antes o después y, tras la finalización de su entrevista al entrevistador, se quedaría un rato conmigo para disfrutar del dulce amor o se marcharía con su novio a su casa para disfrutar del mismo o para tomarse un café y una copa a solas o a medias.Lo único cierto que yo sabía hasta el momento previo al comienzo de la entrevista era su nombre, el nombre de su periódico ( el mismo que el mío ), que tenía un tipazo y que el café lo tomaba sin azúcar. Amargo como a veces es la vida.
Dominus Wilhelmus , por favor, me inquirió con voz melodiosa de ecos dulzones de El Caribe, ¿qué opina usted de la situación actual de España y del mundo en general ?
Tanto de una como de otra opino muy mal como a renglón seguido le diré . En lo que respecta a nuestra querida España , Zapatero es un zapatero . Alguien al que su partido puso en la dirección temporalmente mientras encontraba a otro más capacitado, lo cual era muy fácil , y que por azar ganó las elecciones al darse cuenta la ciudadanía española del cuento chino que sobre la autoría del atentado sanguinario intentaba contarle el partido popular del señor Aznar , el feísimo penúltimo presidente del gobierno español , tan amigo del brutísimo , inculto , borrachín y embustero presidente Bush.
Los ha puesto verdes, don Wilhelmus.
Más se merecen, señorita Berta.
Parece desengañado de los políticos.
Convendrá usted conmigo que tenemos motivos sobrados para ello. En su mayor parte, no hay más que mirar con algo de perspicacia en todas las direcciones , es gente detestable. Ávida por figurar y por captar privilegios y prebendas unidas a bonísimos sueldos.Gente sin cultura y sin clase, sin categoría humana alguna como demuestran a cualquier hora , día, mes o año con sus dichos y hechos. Del Rey abajo ninguno , digo, como escribió don Francisco de Rojas Zorrilla allá por la primera mitad del siglo XVII.
Colijo que es usted monárquico, querido colega, comentó Berta cruzando sus piernas atractivas con impudicia y dejando ver sus bien torneados y morenos muslos hasta el más allá.
Aunque el Rey don Juan Carlos me es persona muy grata , al igual que casi todos los miembros de la casa real, en puridad no lo soy. Me da igual reino que república ; si bien no comprendo que , en los tiempos que corren para los reyes, se pueda ser enemigo acérrimo de tan tradicional institución. La historia debe hacerse sobre la historia y sin perderla nunca de vista. Intentar borrar el pasado es grave error de incalculables consecuencias. ¿ Qué poder tienen los reyes ?. Ninguno. Por tanto, no sé porqué a algunos molestan sobremanera. A mí, desde luego , nuestro Rey don Juan Carlos me parece merecedor de todos los respetos. No obstante el pueblo, tan carente de tantas cosas por culpa de los políticos y de la educación errónea que éstos les imponen, es soberano en plenitud. Si quiere república, pues república. Si quiere cargarse a España, que se la cargue. Si quiere tirarse por la azotea, que se tire. Es soberano y responsable. Responsable de sus aciertos y de sus errores. Corresponsable con los políticos que votaron y que nos llevan por tan mal camino. Por un camino negro que el zapatero Zapatero no quiso ver e intentó ocultarnos la negritud del túnel en el que estamos y del que dudo que podamos salir con Zapatero o sin él. Con Rajoy o con quién sea. Un túnel obscuro por el que camina la civilización actual dando palos de ciego porque no puede darlos sobre los culpables de la obscuridad. Sobre el gran capitalismo que todo lo cifra en tener más y más e intenta extender esta doctrina macroeconómica porque así se perpetuará en el poder que es lo único que le interesa. El poder económico para manejar al político. El verdadero soberano, no el pueblo aunque éste, ingenuo , así lo crea.
Vaya perorata, don Wilhelmus, casi no he tenido que preguntarle nada. Ha respondido sin preguntas.
Suponía las que eran,señorita Berta. Qué guapa es usted. ¿ Me acepta una copa ?.
Muy gustosa, gracias. Mientras le servía un vaso de buen Whisky , Malta, con hielo, me dijo, picarona. Un Whisky sólo.
¿ No me dijo con hielo ?.
Sabe lo que que quiero decir don Wilhelmus.
Wilhelmus sólo, sin don, respondí. Sólo con Berta sobre sábanas de hilo, me atreví a decir con mi finura habitual y mi decir directo. Y ella, la bella Berta, me acompañó al dormitorio y nos amamos. Espero que mi mujer y mis hijos no se enteren de esta pequeña infidelidad. La única en 25 años de matrimonio.
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