Me acaba de mandar un correo electrónico don amigo de los caballos y delicado , léase don Felipe Delgado el director de mi nuevo rotativo EL DÍA DE MAÑANA , advirtiéndome que observa fallos de acentuación en mis escritos. De igual forma, , me dice que observa un uso irregular en mayúsculas y minúsculas. Toda la razón es de don Felipe. Jamás aprendí regla ortográfica alguna. Siempre fue mi ortografía producto de lecturas correctas , ortografía " de visu ". Sobre los acentos lo mismo y sobre mayúsculas y minúsculas idem de idem en latin e ídem de ídem en castellano, la más bella lengua hispánica tan hablada en todo el mundo.
En general, siendo ciertas las advertencias de mi director, mis grafías son correctas, ortográficas ; y más para los tiempos que corren en lo relativo a formas de escribir. Por alto se le ha pasado a don Felipe, o , tal vez, por delicadeza no haya querido insistir , mi defectuosa puntuación en algunos casos. También es cierto , mas pienso que a buen entendedor pocos acentos , mayúsculas , minúsculas , puntos y comas , bastan. Al fin y al cabo, tan gordos no son los errores y ojalá la mitad de los castellano escribientes y hablantes , lo hiciesen con la mediana corrección mía. Pequeños defectos de formas que no ocultan el fondo de las cuestiones que expongo en mis labores escriturarias. Pienso que dan frescura a mis escritos , que, de por sí , son frescos.
Hablándole del tema le sugiero , de forma tan delicada como su apellido, que puede hacerse con los servicios de un corrector de textos , de los que antaño había en todas las redacciones y de los que hoy carecen algunos periódicos a juzgar por las barbaridades impresas.
Me responde con la delicadeza de su nomen y de su númen , afirmando que se hará , sin dilación , de un corrector. Le agradezco el gesto y le comento que estoy enfrascado en escritura de mayor alcance, séase novela . Le comento el tema y me da ánimos deseándome fuerza y constancia en el empeño. Los mismos que me ha dado tras leer mis pequeñas artes ( artículos ) sobre las declaraciones del bigotudo , botellero y feo don José María Aznar y sobre el liberado y después perseguido Troitiño el pestiño. El pestiño que le ha caído a la justicia española , tan miope. Tan miope como tantos... Al fin y al cabo aunque el director es él, el editor soy yo. Caigan las culpas sobre mi humilde persona.
En general, siendo ciertas las advertencias de mi director, mis grafías son correctas, ortográficas ; y más para los tiempos que corren en lo relativo a formas de escribir. Por alto se le ha pasado a don Felipe, o , tal vez, por delicadeza no haya querido insistir , mi defectuosa puntuación en algunos casos. También es cierto , mas pienso que a buen entendedor pocos acentos , mayúsculas , minúsculas , puntos y comas , bastan. Al fin y al cabo, tan gordos no son los errores y ojalá la mitad de los castellano escribientes y hablantes , lo hiciesen con la mediana corrección mía. Pequeños defectos de formas que no ocultan el fondo de las cuestiones que expongo en mis labores escriturarias. Pienso que dan frescura a mis escritos , que, de por sí , son frescos.
Hablándole del tema le sugiero , de forma tan delicada como su apellido, que puede hacerse con los servicios de un corrector de textos , de los que antaño había en todas las redacciones y de los que hoy carecen algunos periódicos a juzgar por las barbaridades impresas.
Me responde con la delicadeza de su nomen y de su númen , afirmando que se hará , sin dilación , de un corrector. Le agradezco el gesto y le comento que estoy enfrascado en escritura de mayor alcance, séase novela . Le comento el tema y me da ánimos deseándome fuerza y constancia en el empeño. Los mismos que me ha dado tras leer mis pequeñas artes ( artículos ) sobre las declaraciones del bigotudo , botellero y feo don José María Aznar y sobre el liberado y después perseguido Troitiño el pestiño. El pestiño que le ha caído a la justicia española , tan miope. Tan miope como tantos... Al fin y al cabo aunque el director es él, el editor soy yo. Caigan las culpas sobre mi humilde persona.
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