Me llama don Santiago Celtibérico y me dice que lo están presionando para que interrumpa la traducción de mis escritos al ruso y al chino. Un ruso y un chino , de los que manejan el cotarro , entre ellos. Me tildan , el ruso , el chino y muchos presionantes más de variadas regiones y naciones de ingenuo y de osado. Lo primero por pensar como pienso. Lo segundo por decirlo mediante letras aquí expuestas. Decir la verdad de lo que uno piensa no está a la orden del día ni de la noche. Ni del día ni de la noche ni a la orden de nadie nada más que de mi conciencia , le respondo , con respeto , a don Santiago , amigo y protector que ya está al tanto del día de la cena en casa.
Don Santiago no está dispuesto a ceder a las presiones que recibe sobre mi persona y me comenta que defenderá mi honor y mis sinceros escritos por encima de todo y de todos por muy poderosos que sean. Por muy oscuras que sean sus cuentas y por muy fuertes las garras de sus poderes , nadie , me dice , logrará doblegar su independencia ni la mía. Un hombre de los pies a la cabeza este don Santiago y no como tantos que no lo son desde el dedo gordo del pie hasta el último pelo de la cabeza si no son calvos. Si lo son , como De Guindos , hasta el último brillo-mate de sus calvas . Y no es menosprecio de calvos , de aldeas o de ciudades , de llanuras o de montañas , porque voy camino de serlo a causa del paso de los años que no perdonan. Sobre todo a los que no pueden perdonarse por muy buena intención que pongamos en hacerlo. Si no se tiene conciencia de haber hecho mal alguno , con dificultad extrema se puede pedir perdón y muchos carecen de conciencia. Muchos y muchas , como diría cualquier politiquillo de los que no saben lo que dicen ni como se dicen las cosas. Así que , a pesar de las presiones , no de la prisiones porque en la calle están los que debieran estar entre rejas , seguiremos defendiendo nuestra independencia de pensamiento y de actitudes por encima de todo y en honor a la verdad , la que tanto se teme.y de la que nadie está en posesión absoluta.
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