Grata y no como las ingratas que oimos al descolgar el aparato o darle a la tecla del aparartito tantas veces proponiéndonos cosas que no hemos pedido ni tenemos intención de hacerlo. Sabemos a las que me refiero. Al descolgar el auricular , oigo la varonil y dulce voz de don Santiago Celtibérico e Ilergete , mi segundo padrino de incipiente senectud , y me dice que , en mis escritos , insinúo más que digo. Le respondo que solo en algunos casos. En otros más que insinuaciones hay afirmaciones tajantes, sobre todo en las alusivas a los políticos en general y a algunos de ellos en particular.Me dice , laudatoriamente , que en mis entrelíneas se sugieren e insinúan multitud de ideas de las que tantos hablan sin saber qué dicen. Sin ecuanimidad y sin considerar los pensamientos ajenos que se suponen , por ser de otros , erróneos sin más. Cada quisque , le oigo a don Santiago , cree ser sabio de Grecia. Estar en posesión de la verdad absoluta y ser la perfección elevada a la enésima potencia ; es decir , a la prepotencia. Todos creen ser los más inteligentes , capaces de solucionar los problemas que nos rodean si se llevasen a la práctica los planteamientos que hacen de las cosas que amenazan al mundo. Qué listos son quienes no ven más allá de lo que tienen a un palmo de distancia. A ellos , le digo a don Santiago , les será extremadamente dificultoso que , tras haber liado y reliado el ovillo de lo económico y de los asuntos sociológicos hasta el nudo y renudo que han hecho , desliar los hilos que han conducido a LA COSA espantosa. ¡ Qué Cosa Gran Hacedor mío !, que nos muestra un futuro tan negro y tan injusto debido a las negruras , torpezas e injusticias que se han venido haciendo desde largo tiempo a esta parte.
Aparte de estas palabras intercambiadas a través del hilo telefónico , hablamos de la última cena en casa y de lo agradecidos que estaban doña Frasquita y él a sus anfitriones , Carmen-carminis y yo como sabido es. Surgió el tema , no sé cómo , de la retirada y extraño corte de coleta de Francisco Rivera Ordoñez y de su hermano Cayetano. Coincidimos en que más sentíamos la retirada de los ruedos del segundo que del primero por razones exclusívamente artísticas en lo taurino. Más arte taurina nos perderemos sin Cayetano que sin Francisco , quien , aunque torero valiente , poco ha aportado al arte del toreo y poco , digo yo , a la casa de Alba aunque sea padre de la hija de Eugenia M. de Irujo. Matrimonio morganático fallido como era fácil suponer dada la personalidad del contrayente. Cosas peores hay. Mucho peores que el corte de coleta fuera de plaza de Francisco , hermanastro de Paquirrín , quien poca pinta de torero tiene. Más de picador, profesión digna como cualquier otra pero que exige fuerza y gordura para desarrollarla. Don Santiago se ha reído al oír mi comentario y me ha dicho que , en este particular caso , la afirmación dice lo que dice. Sin Arturo Mas o Más y sin menos.
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