Hay personas y situaciones que logran extraer de lo más profundo de nuestro ser lo peor que llevamos dentro y los sentimientos más hostiles hacia el prójimo . Son las personas injustas y desagradecidas que están más cerca o más lejos pero a las que padecemos por lo que dicen o lo que hacen. ¡ Qué daría yo para que dejasen aflorar lo mejor de mí !. Lo daría todo pero , con frecuencia , no se me permite porque el mundo es como es y no como nos gustaría que fuese : imperfecto desde la raíz hasta la copa y no como los árboles bellos que adornan las montañas y las llanuras.que de ellas forman parte.
Viene esto a cuento porque , a veces , las personas en las que más confiamos y a las que más queremos nos defraudan y , al hacerlo , pensamos y sentimos que ni en ellas podemos tener fe y confianza auténticas como desearíamos. Entonces el hombre se siente solo y desengañado y lo peor que habita en él sale a la superficie desde lo más profundo de su ser. Sale con fuerza , impulsado por el sentimiento que provocan las actitudes injustas e injustificadas unidas a la incomprensión de nuestros argumentos, evidentemente válidos , pero cuya evidencia y valor no se está dispuesto a admitir porque no se quiere o no se puede.
Y lo peor del hombre sale a la luz con palabras que pueden considerarse hirientes pero que no son más que verdades como puños aunque así no se quieran o puedan tolerar. Suele decirse que la verdad desnuda escuece y que solo la dicen los locos y los niños , pero las personas que no somos ni lo uno ni lo otro también podemos decirla si el estímulo tiene el suficiente tirón. Si lo que oímos o vemos provoca desgarros profundos en nuestras sensibilidades. De aquí la capital importancia de las buenas educaciones y de las buenas formas y fondos en nuestros comportamientos que , si no son correspondidos como merecen , puedan lograr , a veces , sacarnos de nuestras casillas ; es decir , sacar lo peor de lo bueno que se puede llevar dentro. Mala consejera de las personas es siempre la soberbia aunque ésta prolifere tanto entre gente religiosa como entre la que no lo es . En la que entre aquella está , no es mala consejera sino pésima. Y parece mentira que tantos hombres y mujeres beatones se dejen conducir por ella pensando que la razón , siempre , está de su lado. Nunca en la otra parte porque , es evidente , su concepto del mundo y de la realidad están mediatizados por esto o por aquello . No es libre ni son libres . Se hallan limitados intelectualmente por una cosa o por otra . Tal vez por estas limitaciones consigan que lo peor de cada cual salga a flote de forma explosiva. Lo último , en cuanto a relaciones personales y a relaciones generales es ver la paja en el ojo ajeno y no ver o no querer ver la viga en el propio. Algo muy español y muy extendido por el planeta azul.
¿ Qué puede esperarse de una España en la que el llamado pequeño o joven Nicolás llegó a campar a sus anchas y por sus irrespetuosos respetos ? . Le he dedicado un renglón . Más de lo que se merece.
De otros , ni hablo. Lo que se merecen.
¿ Qué puede esperarse de una España en la que el llamado pequeño o joven Nicolás llegó a campar a sus anchas y por sus irrespetuosos respetos ? . Le he dedicado un renglón . Más de lo que se merece.
De otros , ni hablo. Lo que se merecen.
Menos mal que existe el sentido del humor que casi todo lo puede. Puede hasta lograr que perdonemos a quienes nos ofenden y que lo mejor de cada uno vuelva a la superficie por el bien de todos.
1 comentario:
Todos tienen fallos. Todos tienen errores. Lo que hay que intentar es aprender de ellos, ir poco a poco mejorando y demostrando al que de verdad le importa, que estás ahí, a su lado, en los mejores y peores momentos, con sus errores y sus virtudes, pero saber que estás ahí. Sintiéndose arrepentida de sus errores, pero siendo consciente para intentar sobrellevarlos en el día a día...
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