UN PENSAMIENTO RECURRENTE

Desde hace un cuarto de siglo, por lo menos, empecé a percatarme de la ominosa intención que los grupos dirigentes de occidente se trazaban como meta. Fue ésta el aborregamiento de ciudadanos y campesinos mediante un método tan sutil cual es ofrecerle, como atractivo señuelo en el que sería fácil picar, poder disfrutar de la llamada sociedad del bienestar. A cambio de dicho logro, el hombre, que por naturaleza tiende al aburguesamiento y a la comodidad, se dejaría gobernar con la docilidad pretendida. Los planes de estudios españoles , acríticos y tendenciosos hacia algunas instituciones, son pruebas de ello. Jamás el estudiantado , al menos el español que es el que conozco, ha sido tan pueril y superficial en sus planteamientos y en sus horizontes vitales . Si no ,cómo podriamos comprender su silencio ante la situación actual. La del mundo estudiantil y la del mundo laboral, a pesar del remedo de huelga general pasado. Con estas palabras no pretendo hacer llamada alguna a favor de comportamientos violentos. Mi intención, única, es constatar que mis pensamientos sobre el tema se han cumplido y que habrá alguna forma pacífica de manifestar a los políticos la disconformidad absoluta con sus formas de gobernar , de actuar, de vivir y de pensar. De hacer pública nuestra repulsa hacia personas que nos han intentado engañar con formas tan burdas como las que vemos, constatamos y padecemos sin apenas rechistar. Y no hago sólo refrencia a los políticos que nos rigen a día de hoy , sino a la clase política , en general ; tan privilegiada antes y ahora. Se puede comprender, por consiguiente, mi independencia política. Y el ciudadano español se tragó hasta la ley sobre el tabaco. Infumable