NUESTRA ÚLTIMA VISITA A LA CIUDAD EN LA QUE NACÍ Y VIVÍ HASTA MI VENIDA A CÁDIZ : SEVILLA

La hicimos , Carmen.carminis , Wilhelmus Albanus y yo el pasado lunes , día cuatro del mes que corre y vuela . Que corre y vuela como todos los días y meses de todos los años y mientras con más días , meses y años contemos , más que correr y volar , huyen como los romanos decían que huía el tiempo  ;  y los romanos clásicos sabían lo que decían y hacían.  Fuimos a llevar cosas y traernos otras del nuevo piso , apartamento , de nuestro hijo Wilhelmus Albanus , Guillermo Alvah en el mundo de las músicas y de las letras y Guillermo A. De Toledo Castro en el mundo oficial. Solo , aunque sea sinónimo este solo de solamente ,  dice la Real Academia de la Lengua que ya no se debe acentuar y yo , a pesar de lo mal que acentúo me he aprendido esta reciente regla que obedezco , cumplo y respeto , fuimos a lo dicho. A esto y a comer con Willhelmus Albanus en los alrededores de su pisito.  Pasamos por delante de la casa de mi buen  amigo Rafael , amigo del colegio cuya amistad se mantiene florecida y cuyos apellidos omito voluntariamente , al igual que la direcciones personales de hijo y amigo, porque hay que tener cuidado con todo en este mundo dominado por espías y malvados capaces de distorsionar y enredar todo como casos se me han dado y he padecido hasta el punto de que habrá habido veces en las que la perversas actuaciones de unos hagan hecho a otros pagar los platos rotos. 

Antes de pasar por casa de Rafael , paseamos por los alrededores de la iglesia sevillana , edificada poco después de la conquista de la ciudad por Fernando III de Castilla y de León  , como todo sevillano sabe ,  del OMNIUM SANCTORUM , que visitamos al igual que el Mercado de La Feria  y el bello palacio de los marqueses de la Algaba , ejemplar y centro del arte mudéjar. Anduvimos después por las cercanías de la Alameda de Hércules sevillana , por la calle Feria ,  por la calle Relator y otras , por la calle san Luis y el palacio de Pumarejo , al que determinada gente mal llama  espumarejo y terminamos , tras pasar por la iglesia de San Gil , en la barroquísima basílica de la Macarena que a mí , pecado capital en un sevillano , no me gusta por su excesivo barroquismo. Con esta última confesión habré perdido varios puntos entre mis paisanos y , acaso , algunos seguidores ; pero vaya todo en aras de la  sinceridad con la que expongo mis gustos. y mis opiniones. La libertad por encima de todo , como dijo aquel y dicen tantos sin saber bien lo que dicen.

A la vuelta del paseíto fue cuando pasamos por la casa de Rafael al que llamé mientras nos tomábamos unas cervezas en uno de los muchos bares de la zona , Victoria creo recordar que se llamaba , intentado que nos viéramos. Nos vimos en un lugar de la Alameda de Hércules que tan bonita vuelve a estar tra haber sido en el siglo XVIII lugar de paseo de damas y caballeros a caballo , a pie o en carrozas y , en mis tiempos de niñez y juventud , barrio de mala nota hoy muy mejorada .

Tapeamos y comimos con Rafael , al que muy bien encontré y vi , y pasamos un muy buen rato  mi mujer, mi hijo y yo , propio de cuando se está con persona sensible , educada y culta cual es Rafael. No hubo tiempo para más , ni siquiera para  llamar a miembros de la familia y a otros amigos porque la noche se nos echaba encima y a mí , ya , no me gusta conducir de noche. Carmen-carminis y yo dejamos a Wilhelmus en su " palacete " y cogimos autopista adelante hasta Cádiz. 

D.E.F. INTERESTELAR, periódico subsidiario de A.B.C. INTERESTELAR como se sabe ,  me pidió que les mandase algo familiar y aquí va. Espero que Rosita Rojo , ya muy recuperada de la enfermedad que la ha obligado a permanecer en cama durante un mes más o menos , lea esta entrada de carácter , más que familiar , íntimo. En ella , tal puede comprobarse , hablo de su admiradísimo Guillermo Alvah. De él , de mi mujer , de Rafael de C y M d B y de mí mismo. No dudo de que los habitantes del planeta rojo leerán estas letras sobre Sevilla. Tampoco albergo la mínima duda de que no conozcan , por un medio u otro de los sofisticados con los que contamos , los lugares , calles y sitios que cito y que tanto atractivo tienen.