Me llama por teléfono y me dice que está dispuesto a publicar en la editorial BEBE AGUA Y TOMA AIRE las entradas nuevas que aparezcan en mi blog y que él considere dignas de mayor divulgación. Procuraré que la mayoría lo sean , le respondo a través del hilo y mirando al mar y soñando como la canción aquella , de los tiempos de novios de mis padres , que tan bien entonaba Jorge Sepúlveda. Me comenta don Santiago, siguiendo el hilo de la conversación , que me ofrece variedad absoluta de temas. Que puedo escribir mis letras bajo etiquetas nuevas o bajo las ya existentes en cuanto que éstas abarcan amplios campos del saber , entender y decir . Haciendo un inciso en sus palabras , le comento que , aunque muchas cosas digo , lo que se dice saber saber , sé poco ; y que lo que sobre es entender , me esfuerzo bastante. Buena disposición es lo que deseo , don Wilhelmus , y usted la tiene para tratar de mejorar la situación gravísima en la que estamos y para decir verdades como puños poniéndose el mundo por montera de forma correcta y con delicadeza. Sin falsedades , tapujos ni miedos a los que el hombre es tan proclive como la Torre de Pisa a inclinarse aunque ni aquel ni ésta se hayan caído del todo a pesar de su tendencia añeja a hacerlo. Me sugiere don Santiago que le cuente algo sobre mi época de profesor de Historia y le cuento que esta misma mañana , en la playa , una antigua alumna , la señorita , por entonces , Inmaculada Barra , me ha recordado el sobresaliente que a su hermano le di en Historia de la Edad Media y la rapidez con la que le hice el examen oral correspondiente. Le tengo que advertir , don Santiago , que el alumno , don Arturo Barra , era discípulo adelantado y brillante con el que solía hablar de temas relacionados con la asignatura frecuentemente. Estaba yo al tanto , por consiguiente , de la valía intelectual del alumno tan bien calificado al final del curso. Me recordó Inmaculada que su hermano se sorprendió de la poca duración del exámen: ni un minuto. Hubo una pregunta y una respuesta. Realizada aquella y contestada ésta , el diez.
Dígame, señor Barra , : ¿ qué fue el feudalismo ? . Un vacío de poder central tras la desintegración del imperio romano , comenzó diciendo Arturo Barra , a quien interrumpí. La respuesta , unida a lo hablado con anterioridad en los pasillos , lo que después se llamaría evaluación continua , dio en el clavo : sobresaliente. Lo justo y sin pérdida de tiempo. Haga el favor de pasar el siguiente , pienso que yo diría en aquellos inolvidables exámenes orales que yo hacía ...
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