Anduvimos , hace unos días , por el Paseo Marítimo de Cádiz , tres miembros de la familia A. De Toledo Golfín , con nuestras respectivas. Y andando , haciendo camino , terminamos almorzando en un restaurante de dicho paseo cuyo nombre omito por el bien de su buena fama. El servicio dejó bastante que desear.. Lo demás, bien. No comprendo cómo tan buena calidad puede ser tan mal servida. El dueño sabrá lo que hace , o no lo sabrá , teniendo en el comedor a tan inepto camarero. Los miembros de la familia que vinieron a vernos fueron : Fernando Álvarez de Toledo Franco-Romero , primo segundo del escribidor , y Javier Álvarez de Toledo Gordillo , a su vez primo segundo de quien subscribe. Con b como me gusta escribir el término aunque sea forma anticuada y en desuso. Cada cual tiene sus gustos y estos son los míos. Hay gustos que merecen palos y éste no creo que los merezca. Empero , de todo puede haber. Las mujeres de mis primos , encantadoras. Venían de El Puerto de Santa María , donde en el Buzo tienen un apartamento . y tras haber hecho un viaje por tierras santas de Castilla y de León , Ávila entre ellas como es de fácil suposición , recalaron , previo aviso , en casa .
Nos reimos bien recordando tiempos pasados , más alejados unos y más próximos otros , llorando de risa a veces y de pena otras , como en toda vida. Fue el caso de mi primo Fernando al recordar que en el colegio del Espíritu Santo de Sevilla , al que solo tenían acceso niñas nobles venidas a menos , y menos de una veintena como número máximo ; las escasas plazas las ocupaban , en alto porcentaje , en los años cincuenta del siglo XX , varias hermanas y primas suyas; todas primas del escribidor. Pili , la mujer de Fernando , comentó que , de mayorcete , Fernando anda sobre los sesenta y ocho años , suele emocionarse con facilidad. Fernando lo que tiene es un corazón que no le cabe en el cuerpo , como siempre lo tuvo , y es persona de sensibilidad a flor de piel como buen Toledo.Como Toledo doble al serlo por padre y madre , tía Fernanda Franco-Romero Álvarez de Toledo , persona entrañable quien me dijo , en la boda de Monte Álvarez de Toledo Cornello , hace más de una década : Guillermete , creo que es la última vez que nos vamos a ver. Tía Fernanda , ya añosa por aquel entonces , se encontraba bien , pero así fue. Desde Cádiz fui a la misa por su alma , celebrada en Sevilla.
Bien nos reímos con otras historias. Entre ellas que , cuando viajan juntos , toman a Fernando , unos veinte años mayor que Javier , en la recepción de los hoteles , por su padre . De aquí que Mayda le diga suegro , sin serlo. Su suegro es Rafael Álvarez de Toledo Marvizón , mi muy querido Rafael , primo hermano de mi padre. He escrito , como otras veces , sobre el hoy de mi familia que mañana será historia reciente y pasado máñana y el otro y el otro , historia familiar sin más. Historia familiar contemporánea , pero historia , Como don José Ortega y Gasset dijo : TODO ES HISTORIA. Literalmente : la historia es todo . El hombre aprende poco de ella y a la vista está como no es la primera vez que digo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario