Y lo hago recien llegado de ellas tras unos días , gratísimos , de estancia entre sus callejuelas y sus abruptas montañas de un verdor impropio de la latitud en la que se encuentran y de belleza contrastada . Lo hago y lo hacemos en cuanto que esta vez , como tantas otras , he estado acompañado por Carmen-carminis. A los dos nos invitaron Wilhelmus Albanus y Carmen - filia , por riguroso orden de nacimiento , a pasar unos días en el Hotel Villa Turística de Grazalema al que tantas otras veces íbamos los cuatro siendo los invitadores niños. A medias , el Grupon , primera vez que hacíamos uso de esta forma de hospedaje , les salía al alcance de sus bolsillos. Les agradecemos el detalle y vamos a lo que vamos que no es más que comentar el atractivo de los paisajes que rodean al pueblo , de sus calles y de la gente de Grazalema. La Sierra , siempre bella de Grazalema , lo es aún más , si cabe , en otoño. Con nubarrones cargados de agua de lluvia o con brumas , con ellos y con ellas o con sol , los picos y el paisaje desgarrado que desde cualquier lugar de Grazalema se ve dan motivos para pensar sobre tántas cosas y para sentir tantísimas que solo por ello se justifica la estancia entre sus riscos , sus callejas y su buena gente. Entre ésta vimos y hablamos con personal del servicio del hotel ( Fernando , Juan... ) , tan eficientes ... , con Juan el de la gasolinera por el que los años parecen no pasar aunque su estación de servicios parezca permanente , como las funerarias , o , tal vez , por lo mismo. Con Anita Aurelia y Juan el molinero que en apariencia están bien pero , según ellos , no lo están tanto. Con Salvador Torreño el del bar Zulema y su numerosa familia a la que volvimos a ver echando en falta y recordando al gran Juan Torreño el patriarca . A Atanasio , el viejo jardinero del hotel , por el que parece que tampoco pasa el tiempo. Será que las aguas copiosas de lluvia actúan como conservantes . Aguas de la eterna juventud como las que buscó Cabeza de Vaca en el país de Bímini y que parecen ser y estar en las aguas de Grazalema. A Teresita , de la que digo lo mismo en cuanto que nadie diría la edad que tiene , y tan atenta y con la finura natural de siempre. A tantas personas que reconocimos y a las que no vimos pero preguntamos por ellas. Días de recuerdos y añoranzas rodeados por gente que conoció a Wilhelmus Albanus y a Carmen- filia pero que si los viesen hoy les resultaría difícil reconocerlos. Todo pasa y algo queda pero lo nuestro es pasar. Pasar y volver , cuando se pueda,a Grazalema , a sus montañas y a su buena gente. Tan buena como la de Villaluenga del Rosario tan cercana y alta , caso de Ana Mari la de la pensión y su familia. En su comedor almorzamos el domingo . Todo igual como si no pasase el tiempo. Muy bien que hace Ana Mari no cambiando ni una coma del lugar en el que tan bien se come. Ni una coma , ni un punto , ni nada . Todo igual a la manera en la que estaba hace más de cuarenta años cuando en la pensión de Villaluenga del Rosario comí por primera vez. Desde entonces ya ha llovido por estos andurriales de las serranías malagueño-gaditanas. Y después Ronda ...
EL BLOG DE GUILLERMO ÁLVAREZ DE TOLEDO PINEDA. Blog independiente y de temas multicolores. Entre ellos , el tema estrella : Historia de los Álvarez de Toledo Golfín. Etiquetas temáticas en la parte inferior y lateral con las gracias por entrar y leerme.Unas gotitas de humor no van mal en la cazuela de la VERDAD y mucho pueden decir.
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1 comentario:
¡Qué envidia me das, Guillermo!
Estupendo reportaje el que nos ofreces y me alegro que lo pasaréis bien en nuestra bonita Grazalema, carámba, hasta el nombre tiene precioso.
Un abrazo.
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