Me obliga al vencer la selección española a la de la República Checa por uno a cero , partido que , a pesar de la hora española en la que se jugó , vi. Por ello expongo mi opinión sobre él con la intención de que don Bonifacio le dé cabida en su diario . No deja de ser buena noticia.
Si digo que los dos grandes , uno de mayor estatura que otro , fueron Iniesta y Piqué poco aporto a lo que escriben las crónicas de los especialistas. Si afirmo que España no jugó mal , tampoco aporto nada especial. Sobre el campo solo hubo un equipo que trataba de jugar bien , el español , y otro que se limitaba a defender e intentar llegar al fin del partido con su portería sin perforar , la República Checa . En realidad esta entrada aporta poco.
El equipo de España me gustó aunque su carencias mostrase . Nadie ni nada es perfecto por mucho que se intente. Una de ellas me pareció su indecisión a la hora de tirar a puerta y su deseo de superar la línea de gol con el balón en los pies.
Aparte del merecidísimo gol de Piqué, que hizo justicia a juzgar por lo visto en el césped del campo de fútbol de la capital de el Languedoc , Toulouse ; considero de interés primordial y eminente , por la altura física de Piqué y por la alegría que el jugador demostró al marcar para España , que ser consciente de anteriores meteduras de pata en relación al asunto catalanista ( defendiendo a la selección española ) es valor a considerar y tenido en cuenta por la afición y por el mismo autor del gol que daba la victoria a España.
No fue mal comienzo de campeonato aunque los gitanos no quieran a sus hijos con buenos principios y , en este caso , no como en el mundial de Sudáfrica del año 2010 , sí los hubo. En aquella ocasión , a pesar de la mala suerte que hubo en el primer partido con Suiza , se terminó ganando el campeonato.. Ahora también , en este sentido, se puede . Ojalá fuese así y España , vestida de rojo o del color con el que juegue , se proclame vencedora . Sería , como todo aficionado al fútbol sabe , la tercera vez consecutiva. Punto excepcional para unos jugadores y un entrenador excepcionales.
Dios quisiera que fuésemos admirados por cuestiones de más importancia que las de fútbol. Buena señal sería , recordando un poco el romance anónimo de Abenámar el moro de la morería .
Wilhelmus Alvarinus Toletanus , el escribidor , mandará estas letras a don Bonifacio con la finalidad de , si lo estima conveniente , les dé acogida en su periódico .
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