En una de las encuestas que se hacen doquier,cuya utilidad yo ignoro, le preguntaron a mi hijo, homónimo, en el colegio: ¿ Tu padre qué hace ?.Él que, como yo, dice la verdad de lo que ve y observa, respondió : Papá lee, piensa y mira al horizonte.Supongo que la inquisidora se quedaría pasmada. Yo no era abogado...ni boticario.Tampoco militar de tierra, mar o aire.Papá era lector,pensador libre y veedor de la línea del horizonte.Profesión y práctica poco comunes. La encuesta terminó ahí. La entrevistadora sólo exclamó una palabra.Yo explico la respuesta.¿ Qué lee papá?. Papa lee y relee a los clásicos grecolatinos. Podría conformarse con ellos porque en ellos está casi todo, pero no.Lee y relee más.Al Manco de Lepanto, a Bernal Díaz del Castillo, a Teresa de Cepeda y a su amigo San Juanillo,al señor de la Torre de Juan Abad, al hondo y honrado, con todos y consigo mismo, don Miguel de Unamuno, al brillante director de la Revista de Occidente don José Ortega y Gasset, a mis paisanos los Machado, a mi también paisano y pariente político Luis Cernuda y a su parónimo Neruda,a los María, más a otros muchos españoles y extranjeros que también releo.No se me va por alto que en literatura siempre hemos destacado. Historia leo por afición y obligación.
¿ Qué piensa papá?.Pienso, hasta donde las entendederas me alcanzan, en comprender al hombre y sus procederes. Encomiables, algunos. Nefandos los más Y miro al horizonte...De Cádiz, marino. De Sevilla fluvial. De tierra adentro, campiñense o serrano. Pero siempre al horizonte. Línea que une la tierra que piso y vivo con el firmamento en el que creo que hay un Dios creador de todo. Línea recta a veces, sinuosa otras, que armoniza cuerpo y espíritu. Línea sobre cuyo filo intento, en vano,caminar y traspasar. Ir más allá. La encuestadora, además de quedar pasmada ante la respuesta de mi hijo,exclamó: ¡ Andando!. Y Guillermo refutó: Qué andando, ni andando, si mi padre va en coche a todas partes.(1)
(1)Este artículo se publicó en el Diario Cádiz. Información, el miércoles,17 de marzo de 1999.
Desde esta fecha hasta hoy han pasado once años,pero me reconforta releerlo.Por aquellas fechas no tenía idea de lo mucho que se puede sufrir durante una depresión,aunque la hubiese tenido muy cerca.Por aquellas fechas mis hijos eran niños y hoy son un hombre y una mujer en condiciones y en los que fundamento muchas esperanzas.No creo que me defrauden.Mi hijo Guillermo,estudiante de periodismo y músico cantaautor, fue quien me introdujo, a través del Capitán Alatriste, en las novelas de Pérez-Reverte.Le he leído todas.Su obra al completo.Guillermo me llevó a la lectura de los libros de Paul Auster y a la de otros buenos escritores que añadí a mi lista de preferidos ( qué "moderno" me he puesto).La niña, Carmen,quiere que ahora estudie inglés, como ella.La capacidad de aprendizaje se entorpece con el paso del tiempo.Creo que no lo estudiaré.Con mi castellano y mi actual mal francés,en tiempos pasados bueno,me aviaré.Al fin y al cabo, hablando castellano se entiende uno en medio mundo;misión imposible hablando vascuence o catalán por dignas y distintas que sean ambas lenguas.Vamos a ver la sorpresa que nuestros gobernantes nos dan hoy.Polvo, sudor e hierro el Cid cabalga.Nos están poniendo las cosas como, aunque la expresión no es de mi gusto,para mear y no echar gota.O como para sudar tinta.Esta expresión me gusta más,sea la tinta roja, azul, negra o verde.La hay invisible como la crisis fue para quienes más obligados estaban a verla y advertirnos.Quien advierte es buen amigo,valiente.Faltó valor en su momento.
¡Qué espectáculo el dado ayer en el Senado¡.¡ Qué políticos más incompetentes!.Pobre España mía, pobre España nuestra.
¿ Qué piensa papá?.Pienso, hasta donde las entendederas me alcanzan, en comprender al hombre y sus procederes. Encomiables, algunos. Nefandos los más Y miro al horizonte...De Cádiz, marino. De Sevilla fluvial. De tierra adentro, campiñense o serrano. Pero siempre al horizonte. Línea que une la tierra que piso y vivo con el firmamento en el que creo que hay un Dios creador de todo. Línea recta a veces, sinuosa otras, que armoniza cuerpo y espíritu. Línea sobre cuyo filo intento, en vano,caminar y traspasar. Ir más allá. La encuestadora, además de quedar pasmada ante la respuesta de mi hijo,exclamó: ¡ Andando!. Y Guillermo refutó: Qué andando, ni andando, si mi padre va en coche a todas partes.(1)
(1)Este artículo se publicó en el Diario Cádiz. Información, el miércoles,17 de marzo de 1999.
Desde esta fecha hasta hoy han pasado once años,pero me reconforta releerlo.Por aquellas fechas no tenía idea de lo mucho que se puede sufrir durante una depresión,aunque la hubiese tenido muy cerca.Por aquellas fechas mis hijos eran niños y hoy son un hombre y una mujer en condiciones y en los que fundamento muchas esperanzas.No creo que me defrauden.Mi hijo Guillermo,estudiante de periodismo y músico cantaautor, fue quien me introdujo, a través del Capitán Alatriste, en las novelas de Pérez-Reverte.Le he leído todas.Su obra al completo.Guillermo me llevó a la lectura de los libros de Paul Auster y a la de otros buenos escritores que añadí a mi lista de preferidos ( qué "moderno" me he puesto).La niña, Carmen,quiere que ahora estudie inglés, como ella.La capacidad de aprendizaje se entorpece con el paso del tiempo.Creo que no lo estudiaré.Con mi castellano y mi actual mal francés,en tiempos pasados bueno,me aviaré.Al fin y al cabo, hablando castellano se entiende uno en medio mundo;misión imposible hablando vascuence o catalán por dignas y distintas que sean ambas lenguas.Vamos a ver la sorpresa que nuestros gobernantes nos dan hoy.Polvo, sudor e hierro el Cid cabalga.Nos están poniendo las cosas como, aunque la expresión no es de mi gusto,para mear y no echar gota.O como para sudar tinta.Esta expresión me gusta más,sea la tinta roja, azul, negra o verde.La hay invisible como la crisis fue para quienes más obligados estaban a verla y advertirnos.Quien advierte es buen amigo,valiente.Faltó valor en su momento.
¡Qué espectáculo el dado ayer en el Senado¡.¡ Qué políticos más incompetentes!.Pobre España mía, pobre España nuestra.
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