TÍO EUTIMIO PINEDA

Tío Eutimio fue un poco señorito tarambana.De buenos sentimientos,buena facha y sensibilidad era muy amigo de mis tías paternas.De formas exquisitas,el novio de tía Amparo le tenía celos.Yo apreciaba la gran simpatía y cariño que tanto Amparo como Lola y María,incluso Pepa,le tenían.En sus años de estudiante de ingeniería agronómica en Madrid,solía visitar, en la calle Ayala,a María,casada con tío Ángel Yanguas Cernuda.Según mi abuelo Pepe lo único que en Madrid hizo fue pasear el tipo.De estudiar,poco por no decir nada.A los dos o tres años de estar en Madrid sin dar golpe,su padre lo reclamó.Al cabo de muchos años y, según mi padre,gracias a sus amistades con los profesores porque si no todavía estaría estudiando,terminó siendo Perito agrícola.Había bajado un escalón.A mi padre le encantaba quemarle la sangre.Más de una vez le oí decir que de no ser por él,ni habría terminado la carrera ni el sevicio militar.Recuerdo una historieta graciosísima que mi padre contaba sobre tío Eutimio, a quien llamaba de varias formas,menos por su nombre.Entre ellas,el pitoche, zanganev,mecherito...Tanto en su presencia o ausencia,mi padre contaba la historieta,que lo ponía negro,mientras su cuñado Guillermo se desternillaba.
Viviendo todavía en la calle Oriente,una tarde llamaron a la puerta.Mi madre vió tras la mirilla a un soldado tan mal encarado que avisó a mi padre para que abriera. Le dio miedo.Tras abrir mi padre la puerta,un individuo medio bizco preguntó si allí vivía don putimio.Vengo a cobrar las guardias que le he hecho.Mi padre pagó y archivó la historia.Tiraba de ella cada vez que le parecía oportuno,gustase la referencia o no a tío Eutimio.De igual manera le recordaba que en cierta ocasión había dicho que había nacido para gran señor,expresión que lo indignaba y mientras más se indignaba más veces lo decía mi padre.Tío Eutimio,al que Carmen llegó a conocer y tenerle gran cariño,era un artista que no supo encauzar sus dotes pictóricas.Murió antes que mi padre, quien, ya viejo, cuando hablábamos de él, decia : Pobre Eutimio.Creo que en el fondo de sus corazones se admiraban,se querían.A tío Eutimio lo quisimos todos.Se daba a querer.