Casi a renglón seguido de terminar mi anterior escrito , Bilderberg me comunica que , considerando mi lugar de nacimiento y mi gusto por la manzanilla de Sanlúcar , prefiere que nos reunamos en Sevilla. Acepto gustoso en cuanto que más barato , teniendo presente la debilidad de mi economía en buena parte debida a los abusos del elitista , solo en lo económico , club Bilderberg , me resultará desplazamiento y hospedaje pues me alojaré en el piso del trovador Guillermo Alvah , en la calle Castilla , junto al puente de Triana. Sitio privilegiado donde los haya. La vista desde la azotea de la casa de Guillermo Alvah es impresionante : Guadalquivir en Sevilla , Maestranza , Giralda y catedral al fondo , Torre del Oro , palacio de san Telmo al Este. Sevilla pura desde Triana pura y en lugar próximo al antiguo castillo de san Jorge en el que el tribunal de la santa inquisición puso en práctica formas carentes de santidad y llenas de crueldad. Eran otros tiempos pero la crueldad y los errores del hombre siguen dándose con contumacia y asiduidad. No hay más que ver a los políticos españoles echándose las culpas unos a otros de ser los causantes de la COSA . Tal vez sea para darse importancia y hacerse el mal juego. Ellos serán ladrones , pero no tienen fuerza ni capacidad para ser los responables de la COSA. Tal vez desearan haber sido los responsables ciertos . Señal sería de que hubieran tenido más poder que el que tienen , tan limitado a ámbitos geográficos reducidos como parte de la piel de toro.
Partiré hacia una Sevilla en Feria cuando Bilderberg , que es quien manda en todo por duras que sean mis críticas , me indique día , hora y lugar de la reunión. Adelanto que iré solo y a pecho descubierto. Sin armadura medieval ni actual que pueda amortiguar los posibles golpes bajos y bajísimos que la delegación o representación de Bilderberg me aseste. Parto de la certeza de que mis decrecientes 165 centímetros de estatura , cortos se quedarán ante los fornidos bilderberguienses , de cabellos rubios y pura raza aria que tanto gustaban al führer. Al furioso y rabioso führer que tan buen miembro de la Inquisisción española hubiese sido.Lo único para lo que hubiese valido .No sé con qué personajes me encontraré , pero sé que combatiré , exponiendo mis ideas frente a las de ellos , con la misma fe con la que don Alonso Quijano se enfrentó a los molinos de viento manchegos. Antes de terminar este informe previo a ida a Sevilla y entrevista con los hombres de Bilderberg , quiero hacer constar que la vista de Sevilla desde la azotea de la casa de Guillermo Alvah es , comparativamente hablando , mucho más bella que la corrientona que ofrece la parte más alta de la llamada , y feísima , seta de Sevilla.
Wilhelmus Alvarinus Toletanus Pinaster obsigno. En castellano , firmo.
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