Se siente obligado el escribidor a hacer algún comentario sobre la muerte , en su palacio de las Dueñas de Sevilla , de doña Cayetana Fitz-James Stuart y Silva , XVIII duquesa de Alba de Tormes y desde aquí , mandarle un fuerte abrazo de condolencia a sus hijos , nietos y marido
Tuve primeras nociones de Cayetana , siendo niño , en casa de mis abuelos paternos que cerca vivían del palacio sevillano de las Dueñas. No solo mis abuelos y tías me hablaban de ella , sino que también oía palabras de admiración hacia la duquesita en voz de una muchacha de mis abuelos llamada Carmen que había nacido en una casa de vecinos situada frente al palacio a cuyo patio iba a jugar con las niñas Cayetana cuando ésta tendría ocho o diez años . Carmen , que jugaría en el corral de vecinos de su casa más de una vez con la , por entonces , , hija del duque de Alba a la gallinita ciega o a las muñecas , me comentaba cosas sobre la sencillez y la naturalidad de su amiga . Es probable que Cayetana haya recordado , a pesar del tiempo transcurrido , más de una vez a lo largo de su vida a Carmen como yo he recordado y recordaré a Cayetana y a ella aunque en la antigua casa de vecinos de Carmen se levante hoy un bloque de pisos
Otros muchos comentarios se han hecho y harán en torno a la calidad humana de Cayetana de Alba , y a su brillante historia familiar tan significativa dentro de la la Historia de España , pero el mío es éste . En el blog debía recoger su autor la muerte de la duquesa de Alba , más que por obligación por admiración , y recogida queda .
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