Se puede definir el término naturalidad como sencillez y espontaneidad en el trato y forma de proceder de las personas.Sin embargo,no todas los seres humanos se comportan, actúan y viven con arreglo a ella.Estirados,cursilones,engreídos,engolados y altaneros son fáciles de encontrar en todos los ámbitos y grupos sociales.Siempre me han parecido personas ridículas y he intentado eludirlas. Es algo superior a mis fuerzas.Quien se la da de importante o mira con desdén al prójimo,sin que éste le haya dado motivo para ello,no es más que un mastuerzo presuntuoso. Alguien que se la da de esto o de lo otro y se cree superior, aunque en algún sentido lo sea, demuestra poca valía humana y ninguna elegancia.Notorio es que lo natural es elegante.No obstante,en los tiempos convulsos que corren,la naturalidad es confundida, con frecuencia,con ordinariez y zafiedad ;no sólo en verano, estación en la que el mal gusto ( antinatural) se expone en las playas y en sus cercanías de manera evidente y chocante,sino en el resto de las estaciones del año.La falta de naturalidad no es privativa de algún grupo social. Es omnipresente.No obstante hay gente,con frecuencia los que han alcanzado una posición socioeconómica de la que estuvieron alejados hasta hace poco, en la que la prepotencia y el echar los caballos encima,resulta incordiante y molesto.No han digerido todavía su nueva situación y su presunción los delata. La narración minuciosa de sus viajes a lejanas tierras y sus relaciones de amistad con gente de postín, son corceles sobre los que suelen cabalgar.No quiero decir con esto que la falta de naturalidad no se dé en otros grupos.Casos los hay y de todos conocidos.La afectación es moneda circulante de vellón y de bellaco.Los miembros de la Casa Real española y la duquesa de Alba, son ejemplos de naturalidad bien entendida en la cúspide social de mi querida España nuestra.Cecilia, la encantadora cantante de los años setenta muerta en accidente de coche,también. Creo que las personas buenas, cultas, educadas e inteligentes son naturales por naturaleza.La afectación,la prepotencia y lo cursi,al menos para mí,indican carencias personales.Puedo pecar de ingenuo,pero no concibo que alguien inteligente,con sensibilidad, cultura y bondad, no sea natural.Otro día que me encuentre más lúcido,matizaré más.La forma de tratar a las personas de servicio es muy indicativa al respecto.El trato a los teóricamente inferiores a uno en un aspecto u otro,también.Probablemente éstos sean inferiores a nosotros en algo,pero, así mismo,pueden ser superiores a nosotros en otros aspectos.He sido testigo de verdaderas lecciones de tacto, clase y educación, dadas por personas humildes a prepotentes sin estilo.La humildad bien entendida es más digna y natural que la riqueza no asimilada.Al fin y al cabo, una buena definición de educación es saber tratar a cada persona con respeto y naturalidad.No está de más, en el mismo sentido,saber el lugar que cada uno ocupa en la sociedad en la que vive, y sea más alto o más bajo,permanecer en su sitio con dignidad y naturalidad.Es decir,saber estar y dónde se está,sin salirse del tiesto.
Buenos espejos en los que mirar la naturalidad bien entendida, son, repito,los miembros de la Casa Real , la duquesa de Alba y otras personas como María Eugenia Fernández de Castro,Carmen Tello y Curro Romero.Ojalá,tanto monárquicos como republicanos,aficionados a los toros o no, los tomaran como ejemplos a seguir.Mucho ganaría la sociedad española en naturalidad y elegancia, cualidades que escasean.
Buenos espejos en los que mirar la naturalidad bien entendida, son, repito,los miembros de la Casa Real , la duquesa de Alba y otras personas como María Eugenia Fernández de Castro,Carmen Tello y Curro Romero.Ojalá,tanto monárquicos como republicanos,aficionados a los toros o no, los tomaran como ejemplos a seguir.Mucho ganaría la sociedad española en naturalidad y elegancia, cualidades que escasean.
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