TEMAS DELICADOS

Los lectores de mis escritos en el blog habrán observado que apenas toco temas de actualidad, sobre todo los relacionados con política o religión.Los eludo no por obscura causa alguna,sino porque pienso que los temas hay que observarlos desde cierta distancia y tiempo,los árboles no dejan ver el bosque,y porque la complejidad de los mismos hacen que, al no haber alcanzado conocimiento profundo y suficiente sobre los mismos, no me atreva aún a pronunciarme.Sí puedo decir que los casos de corrupción política que estos días aparecen en los medios de comunicación, flaco favor nos hacen.De igual manera, los rechazables problemas que han surgido dentro de la Iglesia Católica y la postura de las autoridades eclesiásticas sobre los mismos.Temas muy delicados, sobre los que lo único que me atrevo a decir, por el momento,es que son poco edificantes en todos los sentidos y que reflejan la mala salud de la sociedad en la que vivimos. Me atrevo a decir,de forma contundente,que nuestra sociedad ha alcanzado unos grados de corrupción preocupantes.Un estado enfermizo grave al que veo difíciles remedios a pesar de los muchos intentos que todo tipo de sanadores exponen como panaceas.Los problemas,no sólo los políticos y religiosos que están a la orden del día, sino los económicos en los que estamos inmersos y que no terminan de solucionarse, al menos en España,me hacen pensar que la confortable sociedad del bienestar está próxima a su fin,algo que resultaría catastrófico para los más débiles, de inicio; y más adelante también para los menos.
Temo que se avecinen tiempos duros en los que los más fuertes tendrán mejores defensas,pero notarán sus efectos.No quiero ser agorero, pero es lo que, con sinceridad, preveo.Dios quiera que mi previsión sea errónea y no ocurra algo indeseable.Miedo me da ver, leer y oir las noticias.Miedo me da ver determinados programas de televisión que no son más que reflejos de la enferma sociedad que nos rodea.