Fidel Alba volvió a confiar en este modesto cronista y me mandó, con viento calentón, a Barcelona como enviado especial de su periódico Veritas. Viaje alado para ver a un Sevilla corto de alas, de ideas y de fútbol. Fútbol largo, profundo, casi perfecto el que desarrolló el equipo catalán. Hay que descubrirse ante las lecciones de juego del conjunto de Guardiola. Ante su juego artístico hay que rendirse, pero no de antemano como el Sevilla se rindió. Se podrá decir que mi equipo pensaba más en el partido contra los once que jugarán el martes próximo defendiendo la camiseta del conjunto de Brácara Augusta, capital de la Gallaecia tras la reforma de Diocleciano. Se podrá argumentar esto o lo otro, pero la debilidad en todas las líneas demostrada por el equipo sevillano es de difícil argumentación. Ante un Barcelona insuperable, hoy por hoy, para todos, o casi, los equipos que juegan al fíutbol; ante un equipo que borda el balompié con el pie, con la cabeza, con los movimientos, con los desmarques, con la velocidad, con la filigrana, con la inteligencia... con todo.
Ante este fútbol total, avasallador y potente, el equipo de Del Nido y de Antonio Álvarez hizo el ridículo. Cabía,a priori, que el Sevilla perdiese el partido y el campeonato en liza; pero se puede perder con honra o sin ella y así perdió el Sevilla.
El equipo de Nervión se movió por el césped sin garra, sin velocidad y sin espíritu de lucha, sus tres hipotéticas armas para hacer frente a la avalancha de juego de los catalanes. Y así, señor Álvarez , la goleada era inevitable. El conjunto que dirige me recordó al malísimo once que dirigía Jiménez. Al equipo desarmado y desalmado que actuaba bajo las órdenes del arahelense. Marchena y El Arahal están cercas. ¿ También en conceptos futbolísticos ? . No quiero pensarlo.
Insisto que vencer al Barcelona, aunque siete días antes se había logrado ante un Barcelona muy debilitado por la reserva de sus figuras, es logro dificultoso; pero jugar con dignidad, como su equipo está obligado señor Álvarez, lo es menos.
Konko no sólo no da una en el clavo, sino que marca en propia puerta. Es mala suerte y lo de menos en un trabajo sin frutos del lateral sevillista, ayer central. ¿ Y los canteranos ?. Escudé, buen jugador, hizo lo que pudo, que mucho fue. Él y Davo los mejores, los únicos que jugaron con criterio. Didier Zokora , corriendo y corriendo apagando fuegos sin crearlos. Romaric, como siempre, volviendo a demostrar que su juego no tiene cabida en El Sevilla. Navas pensando, a la vista de lo que veía, que nada había que hacer. Alfaro, perdido entre el entramado del laberinto barcelonés. Negredo, jugando un solitario en el que las cartas dejaban entrever sus limitaciones. Capel corriendo sin sentido. Navarro demostrando que no es jugador para el actual Sevilla. Carece de valores básicos para defender el costado izquierdo. Palop, bastante hizo evitando algunos goles. A los diez minutos de empezar el partido, calculé que caerían media docena . Me equivoqué en un par de ellos. Tal vez Messi no quisiera profundizar en la herida.
Jugar con otro talante y con otra actitud, diametralmente opuesta, en el partido de vuelta con el Braga es condición sin la cual no para intentar pasar la eliminatoria que tanto supone, en lo material y espiritual, para la entidad sevillista. Habrá que salir a por todas desde el primer minuto para que la Giralda se sienta orgullosa y la afición también. Lo contrario supondría gravísimo fallo. Transcendente error. Las garantías del presidente y del entrenador podrían quedar en entredicho. Mucho se juegan en el envite los responsables de todo. Los dirigentes del equipo. Los jugadores, menos. Tengo esperanzas de que el fallo no ocurra.
Señor Álvarez, pierda usted el miedo que hizo fracasar a Jiménez. Ponga en juego todo el potencial que el conjunto aún tiene y confíe en sus jugadores. Juegue sin complejos. Juegue siempre buscando la portería contraria para marcar cuantos más goles mejor, aunque nos marquen. Podemos marcar tantos o más que los equipos contrarios, exceptuando al Barcelona y a pocos más. Ánimo, valor y fuera complejos. Fuera, también, de las alineaciones titulares, algunos jugadores que no dan la talla. Los que todos sabemos.
Don Fidel, le agradecería que me encargarse la crónica del próximo martes en el Sánchez Pizjuán.
Ante este fútbol total, avasallador y potente, el equipo de Del Nido y de Antonio Álvarez hizo el ridículo. Cabía,a priori, que el Sevilla perdiese el partido y el campeonato en liza; pero se puede perder con honra o sin ella y así perdió el Sevilla.
El equipo de Nervión se movió por el césped sin garra, sin velocidad y sin espíritu de lucha, sus tres hipotéticas armas para hacer frente a la avalancha de juego de los catalanes. Y así, señor Álvarez , la goleada era inevitable. El conjunto que dirige me recordó al malísimo once que dirigía Jiménez. Al equipo desarmado y desalmado que actuaba bajo las órdenes del arahelense. Marchena y El Arahal están cercas. ¿ También en conceptos futbolísticos ? . No quiero pensarlo.
Insisto que vencer al Barcelona, aunque siete días antes se había logrado ante un Barcelona muy debilitado por la reserva de sus figuras, es logro dificultoso; pero jugar con dignidad, como su equipo está obligado señor Álvarez, lo es menos.
Konko no sólo no da una en el clavo, sino que marca en propia puerta. Es mala suerte y lo de menos en un trabajo sin frutos del lateral sevillista, ayer central. ¿ Y los canteranos ?. Escudé, buen jugador, hizo lo que pudo, que mucho fue. Él y Davo los mejores, los únicos que jugaron con criterio. Didier Zokora , corriendo y corriendo apagando fuegos sin crearlos. Romaric, como siempre, volviendo a demostrar que su juego no tiene cabida en El Sevilla. Navas pensando, a la vista de lo que veía, que nada había que hacer. Alfaro, perdido entre el entramado del laberinto barcelonés. Negredo, jugando un solitario en el que las cartas dejaban entrever sus limitaciones. Capel corriendo sin sentido. Navarro demostrando que no es jugador para el actual Sevilla. Carece de valores básicos para defender el costado izquierdo. Palop, bastante hizo evitando algunos goles. A los diez minutos de empezar el partido, calculé que caerían media docena . Me equivoqué en un par de ellos. Tal vez Messi no quisiera profundizar en la herida.
Jugar con otro talante y con otra actitud, diametralmente opuesta, en el partido de vuelta con el Braga es condición sin la cual no para intentar pasar la eliminatoria que tanto supone, en lo material y espiritual, para la entidad sevillista. Habrá que salir a por todas desde el primer minuto para que la Giralda se sienta orgullosa y la afición también. Lo contrario supondría gravísimo fallo. Transcendente error. Las garantías del presidente y del entrenador podrían quedar en entredicho. Mucho se juegan en el envite los responsables de todo. Los dirigentes del equipo. Los jugadores, menos. Tengo esperanzas de que el fallo no ocurra.
Señor Álvarez, pierda usted el miedo que hizo fracasar a Jiménez. Ponga en juego todo el potencial que el conjunto aún tiene y confíe en sus jugadores. Juegue sin complejos. Juegue siempre buscando la portería contraria para marcar cuantos más goles mejor, aunque nos marquen. Podemos marcar tantos o más que los equipos contrarios, exceptuando al Barcelona y a pocos más. Ánimo, valor y fuera complejos. Fuera, también, de las alineaciones titulares, algunos jugadores que no dan la talla. Los que todos sabemos.
Don Fidel, le agradecería que me encargarse la crónica del próximo martes en el Sánchez Pizjuán.
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