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EL BLOG DE GUILLERMO ÁLVAREZ DE TOLEDO PINEDA. Blog independiente y de temas multicolores. Entre ellos , el tema estrella : Historia de los Álvarez de Toledo Golfín. Etiquetas temáticas en la parte inferior y lateral con las gracias por entrar y leerme.Unas gotitas de humor no van mal en la cazuela de la VERDAD y mucho pueden decir.

domingo, 29 de agosto de 2010

MORITURI

Fidel Alba me llama desde la clínica Salutas. Ha tenido un accidente de tránsito, urbano, y sufre alguna magulladura sin importancia. No obstante, medicina preventiva que no nos deja vivir, lo tienen en observación. En un semáforo, le dieron un pequeño golpe trasero a su coche golpeándose la frente y perdiendo, de forma momentánea, el sentido. A consecuencia del frentazo tiene un bollo el vehículo en su parte trasera y él en un lugar que salva sea la parte y,naturalmente, en su despejada frente. Estará guapo con su abollado frontispicio. Dice que le duele todo el cuerpo y que a las veinticuatro horas, si los galenos lo consideran oportuno, le darán el alta médica. El causante, Miguel Bollo, ha dado, ya, aviso a la compañía correspondiente. Por ahí sin problema. Le digo que iré a verlo y lo hago.

Lo encuentro leyendo, con sus gafas de cerca, el último número del periódico informal que dirige, el periódico no periódico Veritas. Con la cabeza vendada y un cardenalón alrededor de su aguileña nariz, está, como pensé, hecho un cromo.


Pues porque no es cuestión de mostrarle el trasero , me dice ante mi estupor. Se puede decir que he vuelto a nacer, continúa explicándome con una desconocida voz nasal y exagerando la cosa.

No será para tanto, comento tratando de quitar importancia al asunto, mientras la enfermera que le cura el dedo índice de la mano izquierda, me hace un gesto de complicidad como si yo no conociese a don Fidel.

Entra uno de los médicos que lo atienden y me lo presenta. Encantado, digo. El doctor en medicina, la gente cree que sólo los médicos pueden ser doctores, dice que mañana le harán radiografías variadas, análisis completos de sangre y orina, electrocardiogramas igualmente completos, pruebas de potencia pulmonar, como está mandado en cuanto que don Fidel es fumador fiel de tabaco negro y rubio, y perrerías variadas muy del gusto del hipocondríaco señor Alba. Le anuncia, igualmente, la visita de un psicólogo que lo animará en prevención de posibles y probables traumas psicológicos.

Concluyo que el médico es idiota y así se lo comento a don Fidel cuando el doctor en medicina abandona la habitación con ínfulas de infalibilidad papal.


Wilhelmus : No sea usted mostrenco ni retrógado. La medicina actual es preventiva en evitación de complicaciones posteriores. El golpe ha sido seco y morrocotudo. Fíjese en el hematoma que tengo en salva sea la parte, prosigue, mientras se baja el pantalón celeste que le han puesto, como interno, y me muestra los flácidos y albos cachetes de salva sea la parte que tanto honor hacen a su apellido, sin que yo haya mostrado el mínimo interés por ver sus intimidades.

Un cardenalito de nada, oso comentar jugándome mi puesto de colaborador de Veritas. Los médicos actuales son unos alarmistas que no nos dejan vivir tranquilos, digo, y sigo diciendo :

Vigílese la tensión dos veces al día, beba mucho , no fume, no ingiera grasas ni alcohol, ande, camine, sude, haga ejercicios físicos, vaya al oculista, al internista, al andrólogo para reconocer el estado de su próstata, al urólogo para esto o para los otro, al oculista, al analista, al otorrinolaringólogo, al cardiólogo, al dietista y al analista, al dentista y al estomatólogo, al callista y al podólogo, al internista, al neumólogo, al alergólogo, al de medicina interna y al de medicina general, al médico de familia, al nefrólogo. Finalmente, cuando nos hayan vuelto completamente locos, vaya al psiquiatra. Están creando un mundo de hipocondríacos en el que la sensatez es escasa, un mundo lleno de miedos, de remiedos y de hipotéticos remedios para cosas que, si vienen mal dadas no tienen remedio y si no vienen mal, tendrán fácil curación. Y, nos pongamos como nos pongamos, de aquí a cien años todos sin un pelo de tonto ni de sabio, proseguí mi monólogo ante la mirada atónita de Alba, cuyo frontispicio iba adquiriendo su estado natural a medida que yo iba citando las especialidedes médicas que se me venían a la cabeza.


Le acerqué un espejo y vio que su frente estaba alba como la leche y como su apellido. Cuando entró la enfermera a curarlo y quitarle el vendaje que, cual turbante, rodeaba su testa, las heridas habían sanado tras mis palabras. Le sugerí que le echase una mirada al trasero de don Fidel mientras yo le echaba una mirada de esteta al respingón de la A T S. El hematoma, también había desaparecido de salva sea la parte y la enfermera, contoneándose con coquetería y sabiéndose mirada y admirada, emprendió una carrerita salerosa y, al momento, volvió con el médico que antes lo visitó, quien, con la misma cara de idiota pero ahora, además, pasmado ,pontificó en latín como puede leerse : ADMIRABILE VISU. Dijo que se trataba de un milagro y recomendó a don Fidel Alba que me prolongase el contrato. Le agradecí al médico la sugerencia que el citado don Fidel prometió cumplir. En efecto, con el alta en mano y curadas las magulladuras provocadas por el despiste automovilístico de Miguel Bollo, nada más salir a la calle, antes de que llegase el taxi que yo había llamado, me dijo : Alvarinus Toletanus, considérese con contrato de colaborador prorrogado sine die. Me dí con un canto en los dientes. No pienso ir al dentista, cabezón que soy. Verdad es que nos estamos pasando nuestras vidas en las consultas de los médicos y en las salas de espera de clínicas y hospitales. Nada tengo contra ellos, pero cuanto menos se les necesite mejor. La medicina preventiva es obsesiva. Lo que tenga que tronar, tronará y que Dios nos coja confesados. Morituri.

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