Sopla el viento del Este en Cádiz .Sopla fuerte y lo oigo silbar. Dicen los hombres del tiempo , desde hace varios días, que lo hará a velocidad que puede alcanzar los ochenta kilómetros y superarlos. Así ha sido y es. Notamos sus efectos , unos más que otros , pero los notamos : apatía , laxitud , ligeros trastornos en la cabeza y recrudecimiento de algunos dolores óseos en los mayorcitos porque los huesos llevan soportando ya sus años con fracturas o sin traumas. Día ventoso y claro en el que hay pocas personas en la playa pero las hay. Niños que juguetean en la orilla y hacen hoyitos en la arena como los hemos hecho todos. Hoyos , que no castillos porque el viento se los puede llevar como a otros castillos , caso del de Matrera sin ir lejos , que casi se lo ha llevado el viento , los años y la desidia administrativa al uso . Viento reseco aunque sin alcanzar las rachas calientes que , otras veces , nos han llegado desde el Desierto norteafricano no muy alejado de las costas gaditanas. Desde el norte de África , tan próximo a las costas andaluzas , desde el que llegaron los almohades o unitarios para poner fin a la relajación religiosa en la que habían caído los almorávides . Los almohades que construyeron la Giralda y vencieron al Rey Alfonso VIII en la batalla de Alarcos el año 1.195 . Poco después serían ellos los derrotados por el mismo Rey castellano , don Alfonso el octavo , en la trascendental batalla de las Navas de Tolosa que abrió las puertas para la ocupación de Alándalus por los castellanos a partir del año 1212.Cuestión de conocimiento general e innecesaria de hacer constar aquí pero que me siento obligado ( ¿ deformación profesional ? ) a hacerla constar.
Aprovechando que el día no invita a pasear por la playa ni por lugar cercano alguno , estoy terminando de releer una obra considerada clásica de la literatura europea que leí, en tiempo muy lejano , por consejo de mi introductor en la buena literatura : mi tío Eutimio Pineda. Buena novela , Madame Bovary , es la que tengo entre manos mientras veo , desde la terraza , cómo sopla el viento sin , todavía , arrastrar la arena de la playa. Diría , sin saber mucho del tema , que el viento más que levante reseco y calentón es algo fresquito y proveniente del noreste. Gustave Flaubert fue , al menos en mi opinión y en la de otros muchos lectores , un excelente novelista , pero , según mi punto de vista , novela como nuestro Don QUIJOTE , ninguna. De DON QUIJOTE abajo , toda la literatura universal . Jamás he leído obra literaria como la de don Miguel de Cervantes y , por la edad que tengo , creo que nunca leeré alguna que le llegue a la suela de su borcegui. No es chauvinismo españolista de tipo alguno . Sí es opinión personal coincidente , en este caso y de forma excepcional , con la mayoritaria. En algo tendría que estar de acuerdo con ella. Mientras escribía estas letras , el levante parece haberse aplacado. En buena hora ha sido y que se mantenga de tal guisa.
Wilhelmus Alvarinus Toletanus acaba de volverse a asomar a la terraza y de acariciar con las manos y la vista una de las ediciones que tiene de El INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE lA MANCHA. La introducción es del profesor Martín de Riquer y muy buena como le corresponde a quien fue catedrático de la Universidad de Barcelona y miembro de la Real Academia Española. La editó LABOR en 1958 y la reimprimió en 1962 que es la que tengo entre manos. Lo excelente y genial es el texto de don Miguel de Cervantes. Parece mentira que haya tantos españoles que hayan muerto o vayan a morir sin haberlo leído. Una pena muy grande que haya sido o sea así. Su lectura llena y satisface , mejora al hombre y lo ayuda en todo . En este todo se contempla el humor que nos salva y nos fortalece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario