Estoy más callado que en santa misa. Amordazado y con bozal puesto por el club Bilderberg que no me deja decir esta boca es mía. Una lata , pero el poder es mucho poder y querer no es siempre , ni mucho menos , poder. Otra frase hecha y dicha sin pensar de las muchas que los hombres , sin poder o con poder , suelen decir. ¡ Pobres hombres con poder que piensan que se llevarán el poder a la tumba !. ¡ Qué lejos de la verdad están !. Me obligan a no hablar , mas no a dejar de escribir. Una condena pasajera en cuanto que espero recurrir al tribunal supremo español como el señor Del Nido. Mientras tanto , aquí estoy tecleando en el ordenador de mi hijo Guillermo Alvah , el cantautor, que pasa las navidades en su casa paterna y no por esos cafés de Sevilla o de Cádiz en los que suele dar rienda suelta a su creatividad artística. Tocando y cantando por esos mundos de Dios ya ha tenido tiempo y lucidez mental suficiente para percatarse de que el número de estúpidos de todo tipo que anda por el mundo es cuantioso como los caballeros medievales que aspiraban a entrar en el estamento caballeresco porque poseían bienes que les permitían ser dueños de caballo y arnés adecuado.Buen número de caballos y caballeros de cartón hay hoy día. Buen número de personas de tres al cuarto que se creen esto o lo otro y presumen de lo que no son. Ni inteligentes , ni conocedores de la realidad aunque así lo crean, ni educados ni nada. Un batallón enorme de estirados presuntuosos que no le llegan a mi hijo a la altura del talón pero cuya carencia de clase tenemos que sobrellevar los que tenemos capacidad para sobrellevarla y sobrellevarlos. ¡ Qué le vamos a hacer !. Paciencia y a otra cosa, mariposa. Espero que los componentes del obscuro club Bilderberg no me boicoteen estas letras , aunque nada me sorprendería que sus tentáculos llegaran hasta aquí. Sus poderes , hasta que no les lleguen sus horas finales, son capaces de llegar hasta EL ÚLTIMO RINCÓN Y ÚLTIMO BLOG DEL MUNDO. Sus poderes y los de millones de falsos y de estúpidos que pueblan el mundo. Yo , repito , no exportaré sus insanias y bellaquerías al planeta rojo.
La buena clase de las personas es virtud que escasea en los tiempos que corren y vuelan. TEMPUS BONUM FUGIT.
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