Publiqué en el desaparecido diario Cádiz Información , en el que colaboré con una docena de artículos , uno , fechado en 7 de abril de 1999 , bajo el título que indica esta entrada. Releyéndolo , he decidido editarlo en mi blog aunque , en su momento , hubo personas que me dijeron qué valor tenía. Acostumbro a decir la verdad de lo que pienso , con la delicadeza debida , y hoy me ha parecido oportuno reeditarlo. Pienso que mantiene la frescura aunque por sus letras haya pasado un década larga , más de doce años , que no es poco. Decía , literalmente , así :
Existe en la sociedad española , creo que en todas las del orbe , un grupo social de fácil constatación por sus claros y bien definidos perfiles. Existe , existió pero menos y supongo existirá. En tiempos pasados se le conocía con el nombre de gente arruinada , destronada o , simplemente , venida a menos. Hoy forman el grupo de gente bien sin dinero. Circunstancias familiares o coyunturas económicas desfavorables podían causar la pérdida parcial o total del patrimonio , mantenido y conservado , con frecuencia , durante siglos. En el caso de las grandes familias , los bienes patrimoniales y el status socio-político elevado se puede remontar y demostrar con rigor documental hasta un milenio. Se trataría , en este supuesto ; de los ricos -homes castellano-leoneses o de otros territorios hispánicos de los que más tarde , en el siglo XVI , surgiría la " Grandeza de España ". Jurídicamente , la institución del mayorazgo blindaba el mantenimiento de tan privilegiada situación.
Justos progresos político-sociales , en los que no me voy a detener por archiconocidos , favorecieron cambios y movilidad en una sociedad estamental caracterizada por el inmovilismo. Fueron estos movimientos ascendentes , en algunos casos , y descendentes en otros. A los segundo me voy a referir. A la grandes y buenas familias venidas a menos o a muy menos.
Desheredados de los bienes que les pertenecieron generación tras generación , suelen conservar , al menos , el señorío , espíritu caballeroso y educación de sus mejores y antiguos tiempos pasados. Se adaptan , no obstante , a su nueva realidad con dignidad a pesar de verse obligados a convivir y tratar con personas de orígenes muy distintos a los suyos y con escalas de valores , gustos y costumbres diferentes. A veces estos venidos a menos , de vuelta de tantas cosas y con profunda educación arraigada en los genes hasta el punto de tener clase por naturaleza , han de soportar la carencia de ésta que manifiestan los que intentan escalar peldaños desde zonas inferiores de la escala social. De los venidos a más o de los que lo intentan por vías anchas o estrechas. De los que van de ida. Camino que puede ser legítimo , pero que al ser dirección contraria provoca roces y chirridos , más o menos estridentes , en los que la vaselina y el aceite lubricante lo ha de poner el viejo y destronado señor , el decadente.El ascendente no sabe ponerlo porque no es consciente. Pone otras cosas... Todo es justo , pero , a veces , causa molestias a los miembros de éste , para mí el mejor , grupo sociológico español en el que tengo puestas mis mayores esperanzas...
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