Llegó monsieur Michelín , natural de Clermont-Ferrand , dirigiendo con pericia el manillar de una bicicleta clásica y bien cuidada . Poco después lo hizo su novia en biciclo semejante al anterior. Venían , una detrás del otro , rodando sus vehículos por la acera ancha , la otra es de una estrechez que dificulta el paso , del paseo marítimo de Cádiz. Por la acera de la playa de la Victoria. John Tames los recibió en su garita y Arturo y yo en la puerta del restaurante. Venían porque a sus oídos habían llegado muy buenas voces sobre EL RECLAMO . Tantas que decidieron emprender el vuelo , en avión París - Sevilla , y , tras alquilar un taxi en la ciudad de la Giralda , comprarse sendos vehículos para circular por el carril bici de la ciudad de la Bella Escondida , de la Constitución de 1.812 y de otras muchas cosas buenas aunque no todas.
Michel Michelín , el entregador de estrellas , venía con la sana intención de darnos en mano una de ellas aprovechando el paso de las perseidas o lágrimas de san Lorenzo por el cielo gaditano . Y lo hizo tras , como quien no quiere la cosa , observar todo en EL RECLAMO DEL GOURMET , incluído naturalmente los lavabos en los que entró acompañado de su novia , Geraldine , en cuanto que donde hay confianza da asco sin ser éste el caso , sino todo lo contrario , porque salieron de ellos más contentos y satisfechos que unas pascuas y admirados de la pulcritud y excelente gusto con el que están puestos. No sé si les apetetecería hacer el amor en su interior pero , desde luego , tiempo tuvieron a juzgar por el rato transcurrido entre la entrada de la pareja y la salida de la misma . Debo advertir que existe una especie de camilla , a la que diariamente se le cambia la sábana de hilo a juego con las toallas de servicio , que , aunque su fin no sea para el que problamente la utilizó la pareja de tórtolos franceses , es adaptable a cualquier uso. Todo un lujo acorde con decoración , servicio y carta de EL RECLAMO DEL GOURMET a punto de recibir su primera estrella Michelín si Michel lo consideraba merecedor de ella tal terminó considerando para alegría de don Justo y de todos los que , desde nuestros puestos , laboramos en EL RECLAMO .
Geraldine y Michel , tras salir de los lavabos , visitaron la bodega y , aunque echaron de menos algunos vinos y champagnes de su tierra , quedaron admirados de la variedad que había de caldos españoles y portugueses. que tanta aceptación tienen entre los españoles a pesar de las pamplinas y más que pamplinas que Mourinho no paró de decir durante su etapa de entrenador del Real Madrid en todos los sentidos. Pobre hombre este Mourinho del que tanto me alegro que pusiese tierra y agua por medio. Como relaciones públicas de EL RECLAMO debo decir que qué poca gracia me haría verlo sentado en algunas de nuestras mesas. No obstante , como gana tanto dinero como rollo tiene , no me sorprendería verlo por aquí algún día cuando sepa que nos han dado una estrella.
Geraldine y Michel se deshicieron en elogios , de igual forma , ante las habilidades culinarias de Godofrito Malagamba y Michel , el muy pícaro , coqueteó a sus anchas con Pepa Sevilla siendo correspondido por ella aprovechando que John Tames permanecía en su garita ;y por Geraldine con respecto a Arturo Pérez aprovechando que su pareja , Ninette Nantes , estaba de descanso. Estos franceses y francesas ,en amoríos y coqueteos , son unos casos. Don Justo viajará a París para recibir la estrella volando entre las estrellas ya que el vuelo será nocturno y yo , Wilhelmus , lo acompañaré , muy gustoso , a la capital francesa como es mi obligación laboral.
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