A ella y al viento de levante achaco la galbana que tengo encima , mi desidia ante el teclado y mi carencia de ideas . Gran desilusión que me ha trastocado los planes que me había hecho para empezar a escribir la Historia de Montes Nubosos de la Nava Alta con presteza y diligencia impropias de hombre de mi edad. Siempre hay cosas que nos sorprenden y mientras sigamos sintiendo la capacidad de sorprendernos , por algo o por todo , es señal inequívoca de que mantenemos ilusiones en esta vida por mucho que el comportamiento de tantos hombres tienda a desilusionarnos. A mí , que el esqueleto aparecido en la sima consabida no se tratase de los restos óseos de uno de los primeros hombres que hollaron aquellos agrestes parajes que rodean a Montes Nubosos y , por consiguiente , no pudiese empezar a escribir sobre la prehistoria del lugar , me ha decepcionado tanto como el juego que he visto en el campeonato mundial de fútbol que actualmente se celebra en Brasil en donde tantos palos dan y han dado los distintos equipos que han participado en el campeonato , incluído el propio brasileño. Palos de Brasil y palos a Brasil . Muchos palos y muy poco jugar al fútbol según mandan los cánones del bien jugar al citado deporte o en lo que éste se haya convertido por el maldito parné que todo es capaz de comprar y vender menos al cariño verdadero . En medio de la citada desilusión me fui , con mi familia más próxima , a los confines de la provincia de Cádiz como tengo escrito y he llamado , como prometí , a Madrid , a mi primo José Joaquín para proponerle la entrevista sincera sin que , hasta ahora , haya recibido contestación al respecto al no haber nadie en la casa. Tal vez estén de viaje . Si no logro hablar con él , intentaré llamarlo al teléfono móvil para insistir en mi propuesta.
Valgan estas letras para proponer a cualquier amigo , conocido o miembro de mi familia paterna , materna o política que , si lo desea y yo la considero persona cuyas palabras puedan aportar algo original y sincero a la falta de originalidad y de sinceridad que respiramos , podemos quedar citados en el lugar que más nos convenga y proceder a escuchar sus respuestas a mis preguntas.
Wilhelmus Alvarinus Toletanus scripsit bajo los efectos de la galbana y del viento de levante que sopla en Cádiz
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