LOS NACIONALISMOS

Nunca he comprendido los nacionalismos de las regiones que forman parte de Estados con límites geográficos bien definidos como es el caso de España. Podrán tener razón de ser algunas incorporaciones territoriales , logradas mediante la violencia, a entidades estatales mayores por todos conocidas ; pero  es evidente que no es el caso español aunque a fines del siglo XV la antigua Hispania apareciese dividida aún en cinco reinos ,asímismo conocidos , que serían unificados , si bien con poca consistencia jurídica e institucional , durante los reinados de los Reyes Católicos , Carlos I de España  y Felipe II. Se recompuso así , en apariencia, la unidad político-administrativa de la Hispania romana que ,como provincia , fue incorporada al Imperio romano dependiendo , siglos más tarde , de la Prefectura de las Galias en primera instancia

Roma apreció pronto, con la inteligencia práctica que la caracterizó , que Pirineos y costas atlanticas y mediterráneas eran los límites naturales de aquellas tierras finales, hacia el oeste, de su expansión militarista y conquistadora , civilizadora. La geografía de aquellos territorios no era , en sus límites , complicada. Una península unida o separada , como lo queramos ver, al norte por una barrera montañosa , los Pirineos. Accidentada y con regiones naturales de dificultosa comunicación y habitada por pueblos de distintas procedencias y culturas sobre los que predominaban los llamados celtibéricos. Con matices que ellos observaron , Hispania era la protohistórica Iberia , la actual península Ibérica a la que se gobernó , hasta la caída del imperio romano , desde Roma a través de los gobernadores provinciales y locales. El respeto a esta unidad geográfica daría fuerza y poder económico a sus habitantes ; la división y fragmentación territorial , debilidad. Vieron esto a la perfección. Bastante mejor que reyes medievales portugueses, navarros, castellano-leoneses, catalano-aragoneses y granadinos hasta que Isabel y Fernando o Fernando e Isabel , Tanto Monta , Monta Tanto , volvieron a ver el acierto romano ,intentando reinstaurarlo , a pesar de los problemas que las historias particulares de los distintos  reinos medievales significaban por el tiempo transcurrido y los intereses creados. Unión sin vertebración suficiente que bien pudo significar un primer paso hacia la vertebración consolidada que aún , en los días que corren , no se ha soldado con firmeza , pero que , de conseguirse algún día, revitalizaría y fortalecería al actual Estado español. Patentes están todavía los nacionalismos periféricos , egoístas en sus miras y que , para colmo , com es el caso vasco , ha utilizado los métodos de guerra que todos conocemos en aras de unas ideas ya logradas. Tienen la autonomía a la que derecho tienen y quieren , a base del terror y la extorsión , más  : la independencia. Con la independencia del país vasco , tanto ellos como el Estado español y el Estado francés se debilitarían ante los peligros exteriores que son los que , en verdad , acechan al mundo occidental. Mientras mayor sea la debilidad de los Estados , con más facilidad caerán bajo las fuerzas que nos amenazan y  los Estados más pequeños serán los primeros en caer. No acierto a comprender los separatismos de vascos y de catalanes. Todos saldríamos perjudicados y empobrecidos. Más de lo que estamos. De ocurrir esto , Deus non vult , vascos y catalanes partidarios de las independencias se acordarían , con añoranza, de sus siglos de españolismo. A Cataluña ya le pasó algo muy parecido en la segunda mitad del siglo XVII y escaldada debiera estar. A los separatistas vascos , decirles que por la vía de los asesinaros y de los crímenes , no se va a ninguna parte. Sólo a hacer daños muy difíciles de perdonar .