Se habla del peligro chino , del que representa el integrismo musulmán ...pero apenas de lo peligroso que puede resultar cualquier radicalismo proceda del lugar , religión o ideología que sea.
Hay un radicalismo de derechas cristiano , qué valor , evidente, cuyo representante más actual se llama Anders B. Breivik . Podría llamarse Perico el de los palotes porque en cualquier medio se palpa el integrismo católico cuyos defensores tienen la osadía de autollamarse cristianos. Son inmisericordes y fanáticos. Si no actuan de manera violenta , poniendo bombas o disparando a diestra y siniestra al primero que se salga de su errónea ortodoxia , es por miedo a la actuación de la llamada justicia.
El tal Anders B. Breivik es un talibán cristiano cuya intransigencia cerril , su cobardía , lo ha llevado a cometer la monstruosidad perpetrada contra sus paisanos porque más difícil le hubiese sido cometerla en los límites de algún país musulmán. Volviéndose a autoengañar , argumenta que así cortaba de raíz las malas hierbas que crecían en su Noruega natal. No , Anders . Usted ha hecho la matanza de sus paisanos porque, simplemente, le era más fácil y cómodo. Lo tenía más a mano para utilizar su odio. El odio y la violencia que no se puede combatir con odio y violencia porque así ni odios ni violencias tendrán fin. Señores radicales cristianos , católicos o no , léanse el Evangelio y déjense de tanta liturgia vana y tantas banalidades sobre el cristianismo. Gracias a Dios no todos los musulmanes son tan carniceros como Laden ni todos los cristiano-católicos como el carnicero de Oslo , pero puedo asegurar que los hay y que muy cerca los tenemos. Algunos al otro lado de la esquina o a la puerta de casa. A nuestro lado y padeciéndolos. Ojalá no decidan ellos solucionar , con sus métodos, los problemas.No estais en posesión de la verdad . Si la verdad fuese la vuestra , aún más apañados estaríamos. Que Dios nos proteja de vuestras ideas y de vuestros planteamientos plenos de odios y traumas , aunque de corderos y de victimas os deis. Menos hipocresía y más amor al prójimo , lo que Jesucristo predicó. A él no se le ocurrió poner bombas ni pegar los tiros que en su época hubiese contra los romanos y los judios que lo persiguieron. Murió en la cruz y pobre. Un ejemplo para todos , sin venganza.
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