Así ha sido la pasada a causa del viento huracanado que ha azotado la ciudad. El gaditano Titín Kambumba, que vive a la intemperie en la terraza de casa por voluntad propia porque es un enamorado de la naturaleza y no porque esté castigado ya que su comportamiento y condición natural no merecen punición alguna , me comentó esta mañana , sentado en su sillón de mimbre del rinconcito en el que habita con su piel blanca y sonrosada , que había pasado miedo porque el espárrago le cayó , derrumbado por el viento , casi en sus pies . Los tiestos de algunas macetas se habían hecho añicos y las plantas que en ellas había estaban , cuando no destrozadas , desaparecidas. Una noche toledana y de perros , me comentó , mientras el viento inclinaba hacia el Este las palmeras del paseo marítimo que amigas suyas son ; y las nubes dejaban entrever el azul del cielo que a Cádiz da la claridad salada escrita por Manuel Machado. Hago un inciso para decir que Titín es personaje culto que a los Machado ha leído y a otros poetas de buen vivir y escribir cuyos nombres no es momento de comentar.
Sí , Titín : una noche toledana que apenas nos ha dejado dormir porque desconocíamos hasta qué punto podrían resistir los árboles , las cristaleras , los toldos , las cornisas , la chimeneas o cualquier otra cosa de las calles y de las casas. Al silbante y ensordecedor viento , que de por sí dificulta conciliar el sueño , venía a unírsele , como otras veces , el desconocimiento de sus probables efectos destructivos. Yo me levanté de madrugada y aún no estaba el espárrago en el suelo . Después , acaso , la duermevela impidiera que oyese el porrazo . No sé , no sé , le dije , pero sí sé que , a más de ver contenedores derribados y ramas de árboles y cristales rotos en las aceras y en las calles , he visto cómo ha afectado el huracán , quizá pequeño tornado , al viejo drago del antiguo Hospital de Mora . Lo he visto en la red , no en el muy bonito lugar en el que crece dando tanta sombra en la salada claridad que lo rodea. Titín Kambumba , a pesar de la mala noche pasada , quiere seguir oyendo la música de las olas mientras esté por este barrio. Cuando deje de estarlo quiero , me dijo , que mis cenizas se arrojen a ellas. Ten en cuenta , Wilhelmus , que somos animales de costumbres y a su canto y al de las gaviotas estoy hecho.
Cuando testes , Titín , hazlo tú saber al notario para que tu voluntad se cumpla.
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