Y permanecer hasta que Dios o el mundo diga : callado y sin abrir la boca para no inmiscuirnos ni entorpecer en algo . Sin hablar del asunto que nos parece preocupar en exceso . Por ello tecleo hoy , día de la fecha , sin tocarlo e intentando, en lo que más pueda , alejarme de él .
Ayer tecleé sobre mi última visita al psiquiatra . Toca hoy hacerlo sobre algo que nada tiene que ver con la cuestión de la que el escribidor lo hizo en el día anterior . Escribo sobre cómo es el tiempo que hace en la ciudad y sobre la propia Cádiz .
Digo que en Cádiz , la ciudad en la que vivo , el día está algo nublado . Hay nubes bajas , sin color negruzco que indiquen que están cargadas de lluvias o preñadas de ellas , y apenas sopla el viento . Cosa que no deja de ser extraña porque aquí cuando no viene del este , lo hace desde el oeste. Pocas veces sopla el viento del sur o del norte . Si viene del norte es cuando más frío hace . En esto es Cádiz como otras ciudades . En lo poco que es común a ellas .
Cádiz es , aparte de la más antigua ciudad de occidente , como dicen las fuentes historiográficas , ciudad especial .
El trazado en cuadrícula de su centro la hace heredera de los campamentos romanos en clara muestra de que su pasado debe más a Roma que a cualquier otra ciudad árabe cuya influencia es notable en otras ciudades andaluzas . Algo que apenas puede dudarse aunque la traza de sus calles sea renacentista, barroca y dieciochesca. A Andalucía y al resto de sus ciudades no la recuerda en nada más que en el clima , atemperado por su situación costera , y por las macetas que cuelgan de sus balcones . En sus festividades , poco.
Paseando por sus calles y callejuelas es difícil perderse ya que , en buen número , desembocan en el mar del que vive . Si se hace , se debe mirar hacia arriba . Observando su arquitectura se puede descubrir la belleza de muchos de sus edificios .
Desde el traslado de la Casa de la Contratación , impuesto por el reformismo borbónico , a su nueva sede gaditana, en el año 1717 , se convirtió en cabecera de los viajes a las Indias occidentales y en foco de mayor atracción de comerciantes . Proceso que había comenzado con anterioridad debido al aumento del tonelaje de las embarcaciones y a las dificultades que suponían a las naves , procedentes de Sevilla , anterior sede de la Casa de la Contratación como se sabe , la travesía de la barra de Sanlúcar de Barrameda .
Desde entonces Cádiz pasó a ser , antes también lo había sido , el imán que atrajo a comerciantes que hacían sus transacciones mercantiles con las colonias españolas en Indias . Ellos sembraron la ciudad de casas palacios y de riquezas hasta convertirla en una de las ciudades más prósperas de España . Italianos , franceses , flamencos ... pasaron a disponer de casas en Cádiz .
Hoy , aunque la decadencia es palpable , y por esto mismo , no deja de ser una pequeña ciudad española . Una ciudad , rodeada de escollos y de murallas que la defienden del mar y de los peligros procedentes de él , casi única en el mundo y en Andalucía . Al mar , peligros incluidos , debe la ciudad su ser.
Más italiana , en su trazado , que típica andaluza . No hay más que mirar , con alguna objetividad , las diferencias de sus patios con los de otras ciudades de su entorno como Sevilla o Córdoba. Sus patios y las fachadas de sus edificios . Las flores que lucen en sus macetas son semejantes a la de las otras siete ciudades andaluzas . Las flores , la afición por el flamenco y poco más , forman los únicos parecidos con sus hermanas regionales .
La semejanza del centro de Cádiz con los centros de tantas ciudades italianas , es constatable .
2 comentarios:
Un abrazo, y estoy contigo, Guillermo, en todo lo mucho y bueno que dices de Cádiz.
GRACIAS , MANUEL , Y OTRO PARA TI .
GUILLERMO.
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