Bajamos a Cáceres siguiendo la ruta de la plata. Viaje interesante que nos hizo detener en varios lugares , como en Zamora para volver a ver su catedral y en Plasencia. Otras desviaciones hubo pero vayamos al meollo de nuestras charlas coloquios ; toca ahora la cacereña , expuesta en la plaza mayor de la antigua Norba Caesarina bajo la mirada almenada de la torre de Abú Jacob , de la torre de Bujaco , tan observada y tan compañera de mis antepasados cacereños , que muchos fueron por todos los costados y todos los lados. Hospedados en el parador nacional , lo cobrado por nuestro viaje consabido y cósmico nos da para vivir con desahogo , nos dimos un paseo por las callejas del barrio antiguo que es patrimonio de todos , en cuanto patrimonio de la humanidad. Antes lo fue de la nobleza cacereña, Ovandos, Golfines , Ulloas , Paredes , Sandes , Pereros , Toledos...y ahora lo es de todos ...Total , como si los antiguos propietarios lo hubiésemos donado a la comunidad de la humanidad a cambio de nada. Como las buenas donaciones hechas para el disfrute de todos y de cada uno de nosotros con la condición de que lo respetemos y cuidemos. Cáceres , patrimonio de la humanidad y que se le antojaría a los cultos martenses si conocieran su historia y sus entresijos legendarios.. A la ciudad aludimos y recordamos en nuestras charlas en el planeta rojo , cuyos habitantes se interesaron por ella y por sus bellas tierras y aires tan llenos de pájaros y tan sanos.
En la plaza mayor , Arturo , que había catado los buenos vinos de Cañamero , llevó la voz cantante y parlante en cuanto que el título de la charla era LOS VUELOS Y TRAVESÍAS DE VANGUARDIA A TRAVÉS DEL ESPACIO INFINITO ,. cuestión en la que es consumado maestro. Tanto , que está capacitado para pilotar aviones y naves espaciales con las más desaforadas y mareantes bimbas encima sin que desastre de mayor calado se produzca. Todo un genio de las cabinas aeroespaciales.
Un cacereño que se dijo descendiente de la vieja nobleza cacereña , Héctor Ulises Mogollón de Golfín y Paredes y Murallas de Toledo , cuando ya el sol se había puesto hacia la raya de Portugal , preguntó , al finalizar Arturo sus ilustres palabras , si el agua llegaría a ser algún día fuerza propulsora de las navegaciones aéreas. Y , el interpelado Arturo , como mi primo y yo supusimos , dijo que con agua de río , dulce naturalmente , y unas gotitas de escocés mezcladas en los depósitos , hoy de combustibles convencionales , el hombre podría sobrepasar la velocidad de la luz y beberse los vientos y el combustible de vanguadia. Confesándole a Héctor Ulises que : IN VINO EST VERITAS ET VELOCITAS, logró que los cacereños atronaran con una ovación de marcado carácter taurino al discente y asustasen a la cigúeñas anidadas en las torres . Desde la cúpula de media naranja del palacio de los Toledo , varias echaron el vuelo y se posaron sobre la mesa en la que estábamos los conferenciantes depositando plumas en agradecimiento a los avances de la aeonáutica en los que ellas tan expertas son, en cuanto animales volátiles , trayendo niños desde París. Las cigüeñas , de niños y de viajes saben mucho por sus movimientos migratorios. También de Cáceres y de Extremadura en general. Saben hasta de mi descendencia de la más añeja y antigua nobleza cacereña del siglo XIV. Tercera etapa del itinerario , finalizada con otro éxito. Sumemos y sigamos cabalgando que para eso antes aeronavegamos por esos espacio y mundos de Dios.
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