UNA ADVERTENCIA

La exposición en la plaza de toros de la Maestranza de Sevilla , ha resultado un éxito completo. Todo el que la visitó salió admirado y felicitándonos por los objeticos logrados tras el objetivo de las máquinas fotográficas. El color rojizo dominante en el planeta rojo , captado a la perfección . Las formas paisajísticas , urbanas , zoológicas y martandroides  , tan al uso y costumbre de ellos pero tan apartadas de los nuestros , cautivaron , por sus originalidades mórficas , a los que visitaron la exposición ; a quienes obsequiamos con la actuación gratuita , por ser benéfica , del cantautor Guillermo Alvah. Otro éxito de tomo y lomo del que fue testigo próximo la bella arquería de la plaza de toros y las algo menos próximas pero equidistantes , del coso taurino ,  Torre del Oro y  Giralda. A hombros intentaron sacarme , por la Puerta del Príncipe, a lo que me opuse en cuanto que es salida que debe reservarse a maestros de la tauromaquia y no del periodismo por muy interastral que sea. Tras las copitas de rigor que nos tomamos los organizadores con nuestras mujeres y el cantautor con su novia , contratamos , Carmen y yo , por cuestiones de seguridad vial , un taxi para que nos restituyera a nuestra casa del paseo marítimo de Cádiz, autopista  adelante.Recien pasado el control monetario de Las Cabezas , en el que siempre recuerdo a Rego y a su levantamiento , una luz que pareció bajar de los montes de Gibalbín , se nos antepuso ante la sorpresa del chauffeur del taxi y la de Carmen algo aterrorizada. Me imaginé de qué podría ir la cosa y les dije que no temiesen nada. Que el extraño aparato que intentaba detenernos en pleno asfalto era cosa mía. El conductor se echó al arcén y yo , seguro de mí, me apeé del vehículo , un mercedón , y me mantuve a la espera del comunicado que imaginaba, que fue el siguiente :

 Willhelmus. Vengo de parte del alcalde de Martoncity para decirle que de intercambio con las univesidades andaluzas , ni hablar. Que una cosa es ayudar a los descarriados terrícolas y otra establecer contactos como si no hubiese diferencias planetarias . Téngalo muy en cuenta en sus futuras conferencias. De juntiñas con ustedes , ni hablar , terminó diciendo tras , en señal de buena voluntad hacia mí , entregarme unos chorizos , naturalmente rojos , sabiendo que las áreas de servicio ya estaban cerradas hasta las siete de la mañana. Unos chorizos y unos panes rojizos , según el martense muy ricos. Así fue. Lo tendré en cuenta para medir mis palabras en las conferencias y charlas coloquios de la gira.