PARÍS, PARÍS , PARÍS.

París la capital de la moda y que lo fue del mundo. París capital de la Francia , afortunada y bellísima ciudad que tiene , entre otros privilegios de todos conocidos, el poder ver todos los días  la torre Eiffel y a la saladísima y charmante Carla Bruni. París la revolucionaria y avanzada. París y vivir. París y morir. A ella hemos llegado , como reporteros del periódico El Grito , Jacqueline Teodora , la mujer de Arturo Pérez el piloto del diario que dirige el señor Eduardo Munch, Mari Casti, la mujer de mi primo y compañero del viaje interplanetario a Marte , éste y yo. El matrimonio Pineda viene invitado por la redacción de El Grito y por nosotros , Arturo y yo , a medias pero a lo grande tal la ocasión merece.Estamos alojados en el Ritz y , naturalmente , tratados a cuerpo de reyes. Lo que los cultos franceses saben que merecemos por nuestra incuestionable hazaña martense. A la altura del viaje y del hospedaje procuraré , mañana , dejar mis palabras castellano-andaluzas entre las que intercalaré algún galicismo que otro en consideración al auditorio y a mis años de estudios en la Escuela Francesa de Sevilla donde tan bien me enseñaron la lengua franca con libertad , igualdal y fraternidad, más alguna punitión que otra , en lugar muy alto dentro de la antología de las conferencias en castellano. Nos hemos dejado de visitas a circuítos turísticos manoseados y , sin dudarlo , nos hemos ido a visitar el cementerio de Pére- Lachaise buscando lugares de descanso eterno de grandes personalidades. Siempre tengo curiosidad por saber dónde se enterró mi tío quinto abuelo José Álvarez de Toledo Dubois , fallecido en la capital de Francia el día 16 de abril de 1858, tío político de la Emperatriz Eugenia de Montijo en cuanto segundo marido de Tomasa Palafox , duquesa de Fernandina. Hasta ahora no he dado con lo que de tan complejo personaje quede. Pienso seguir interesándome por él porque su complejidad como hombre lo merece. Sobre el tema de su lugar de descanso eterno preguntaré mañana a los colegas periodístas con los que mantendré una mesa redonda y abierta tras finalizar mi exposición, en el Teatro de la Ópera , sobre recuerdos de Marte.No niego que estoy algo nervioso ante la extrema calidad y excelencia , hipotéticas , de los asistentes al acto. He oído decir que la propia Carla Bruni , sin su marido por hallarse monsieur Sarkozy muy atareado en cuestiones del banco central europeo, piensa asistir a la conferencia y quedarse al coloquio posterior. Como para no estar nervioso ante bombón tan inteligente y tan estiloso. En los nervios también influirá que mi mujer se ha tenido que quedar en casa con unos de esos virus que nadie sabe de dónde vienen pero que , aunque sin fiebre , no se ha atrevido a volar. No quiero pensar que el miedo al vuelo se deba a que Arturo , ya asentado en Sevilla, ha vuelto a hacerse más amigo de la cuenta de los escoceses,