EL ORADOR . EL CONFERENCIANTE . EL SPEAKER

Aunque titule así la entrada , la persona que ejercía y actuaba como tal no era speaker profesional . Era , lo supe por sus palabras , marino de guerra cuya graduación también comunicó a la escasa audiencia , unos diez contando a mujeres , hombres y niños  a los que poco nos importaba si era teniente o capitán de navío , o . simplemente , cual parecía , marinero , sin graduación , en tierra. Qué presuntuosidad en sus palabras , qué formas de presumir de familia propia, qué ...falta de una mínima educación al hablar en alto tono para que todos nos enterásemos de lo que nada nos importaba sobre la vida y milagro del narrador. El señor , por llamarle de alguna manera , presumía , sin parar , de todo casi a voz en grito. Y yo , mirando hacia otro lado , sentí vergüenza ajena. ¿ Cómo se puede tener tan poco seso ? . ¿ Dónde la sencillez que su religión ( nos enteramos de todo como más arriba digo )  propugna ?. Hablar y más hablar sobre si mismo para creerse algo important tratando de impresionar a la audiencia del personaje que usted se cree ser  , sin serlo..  El hecho ocurrió en un consultorio médico de Cádiz y , por desgracia , no es hecho excepcional sino a la orden del día. La naturalidad y la discreción sí son  excepcionales en nuestra sociedad española. Será preciso buscarlas y olvidarse de los tontos más o menos pelados que cuentan sus vidas a quienes no tenemos interés por conocerlas. Señor conferenciante : la memez no es condición de la que alardear , sino para  ocultar. Aunque es feo con ganas , mejor callado. Mucho yerra quien mucho habla. Sobre todo sin la menor gracia y sin el menor estilo. Perdone que le diga lo que pienso de lo que le oí : es usted un redomado cursi a más de lelo absoluto. De elegante y fino , nada. De lo contrario , mucho.