Dentro de hora y media larga , el equipo de fútbol del que soy , el Sevilla F.C. juega el partido de vuelta de la copa del Rey con el Valencia. Partiendo de mis deseos , lógicos teniendo en cuenta mis colores preferidos , de que el Sevilla supere la eliminitaria ; dudo , sin embargo , que éstos vayan a cumplirse. Si es así , miel sobre hojuelas. No espero gran cosa ni gran fútbol del Sevilla , repìto mi equipo , porque lo que he visto de él durante el año que acaba de irse ofrece pocas esperanzas de mejoría. Con un entrenador que no es entendido por sus jugadores ni por gran parte de la afición , poco se puede esperar. Si a esta situación que hace crónica el juego ramplón que practica a día de hoy el Sevilla , unimos la delicada situación por la que atraviesa su presidente , los jugadores deben estar con el ánimo en los pies , miembros con los que mueven el balón. Con los pies y con la cabeza , pero la situación es delicada en cabeza y pies. Ojalá haya suerte . No quiero hacer leña del árbol caído y hablo a priori. Me gustaría no acertar en mis pronósticos , que poco esperanzadoes son. No obstante , rectificar es de sabios y predecir fracasos de valientes. A toro pasado es muy fácil hacer pronósticos. Fácil y poco valiente.
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