TENGO ENFRENTE EL MAR. EL MAR DE CÁDIZ

El mar de Cádiz , la de la salada claridad. El mar con sus olas mansas , hoy , por cuya orilla veo una pareja con su perro de raza , no sé cuál ni Carmen-carminis tampoco , pasear. Aunque daltónico no total , distingo dos tonalidades en la aguas que miro y remiro.  Uno gris por la nubes cercanas y otro azul verdoso en la lejanía donde luce el Sol . Váyase a saber si son estos u otros los colores que ofrece el mar. Con sinceridad , prefiero tener enfrente a la naturaleza , dicen que inanimada, que a los hombres , dicen que con alma , que viven en bloques de pisos. El mar me ofrece , aun estando encrespado con olas altas , más paz y más belleza que los hombres. Tanta o más que algunas mujeres bellas. Ahora se han ido la nubes y el color del mar se ha hecho uniforme : azul. A lo lejos diviso un barco , me parece de guerra , que navega en dirección oeste y asoma su casco tras el arrecife de la Caleta. Todos los barcos y barcas debieran ser de pesca , de estudios oceanográficos. o de enamorados del mar. Los de guerra no debieran existir porque las guerras , para un pacifista como yo , son ejemplos del fracaso del hombre  como tal.  En la orilla , las gaviotas toman el Sol como bañistas sin bañador en cuanto que sus trajes de baños son sus plumas.  Desnudas como siempre y en silencio ; sin los graznidos estridentes que emiten cuando se acercan a la terraza y que oigo , por las mañanas , tras los cristalones de la sala se estar. Son , también , mis vecinas de enfrente. Aunque pájaros no muy bellos , los hay más bellos , son los que me acompañan en los amaneceres y atardeceres. de sesentón desde hace bastante tiempo. Son fieles . Todos los días vuelven volando , llueva o ventee, indícándome , sin que yo pregunte nada , si va a  hacer mejor o peor tiempo. Cuando vuelan sobre la línea de costas , mar afuera o tierra adentro , cuando sobrevuelan la tierras y está el tiempo nublado , los marineros ya saben que no deben sacar sus barcos a pescar ni echar sus barcas a las aguas  Me alegro de tener las olas , las aguas  del mar y las gaviotas por única vecindad enfrente de mi casa.  Sus sonidos , los del mar y los de las gaviotas , a los que estoy hecho , me gustan y me acompañan. Me ayudan a ser lo feliz que se puede ser , mirando el mar y soñando en un hombre mejor.