Hablamos largo y sentados en la terraza de EL RECLAMO DEL GOURMET , a la luz de la Luna de julio . En noche fresquita y tranquila de aires del verano gaditano que es la ciudad en la que el citado restaurante tiene su sede terráquea. En el planeta rojo , como todo lector que entre en la etiqueta titulada relaciones y orientaciones públicas de este blog sabe , hay otro , casi homónimo por no decir parónimo , de reciente inauguración y buena marcha del negocio hostelero. Aunque la mesa era redonda como la de los caballeros británicos , la presidencia no se la otorgamos a Arturo , a pesar de ser homónimo de Pendragón , sino a don Justo de la Justicia que para eso es el dueño y señor del establecimiento en el que hay un único dueño pero varios señores , laborando y colaborando en él , que realizamos nuestros cometidos con eficacia y donosura . Hablamos de la buena marcha del negocio a pesar de los pesares y , por consiguiente , de la buena acogida que entre gaditanos y no gaditanos , los más en la ciudad , había tenido el restaurante cuya fama ya ha traspasado los límites pirenaicos , por el norte , y estrecho-gibraltareños por el mediodía y por la media noche. A todas horas , vamos. No se insistió en la fama interestelar de EL RECLAMO DEL GOURMET por ser punto innecesario y ponerse pesado y recalcitrante es craso error en el que muchos incurren pero nosotros no
Hablamos de la pública voz y fama que entre nuestra , por lo general selecta clientela , habián adquirido las bellísimas mujeres que laboran en el lugar , buenos ejemplos y representantes de la cuales son Ninette Nantes y Pepa Sevilla ,entre otros bombones que tanto ayudan en la buena marcha del negocio , realizando sus deberes con profesionalidad y estilo poco corrientes en Cádiz dentro del mundillo de la hostelería del paseo marítimo , lugar en el que se levanta el tinglado de EL RECLAMO DEL GOURMET.
Hablamos de toros y de todo excepto de los políticos porque éstos no merecen que se hable de ellos , y menos bien porque no puede hacerse , y de los recalcitrantes beatones más papistas que el Papa que , no sé sin querer o queriendo , tanto daño hacen a la gente de buenos corazones y de buenos sentimientos con sus argumentos falaces y sus puntillismos doctrinales absurdos . Todos los comensales de la mesa redonda presidida por don Justo de la Justicia hacíamos honor a ésta, la justicia , y éramos creyentes en la existencia de un SER SUPERIOR al que yo llamo el GRAN HACEDOR importándome un bledo que se me pueda acusar de masón , porque no lo soy, o de ateo porque tampoco lo soy. Nosotros , toda la plantilla de EL RECLAMO , creemos y que nos dejen de monsergas religiosas o antirreligiosas porque lo que hay que ser es bueno y amar al prójimo , punto en el que plenamente coincido con lo que dicen que dijo Jesucristo que muchos más seguidores tendría si quienes tienen la obligación de controlar la feligresía, clerecía y creyentía hubiesen estimado otras cosas que no debieron estimar y otras que pocas veces estimaron . Entre aquellas, las que no debieran haber estimado , las disquisiciones por temas litúrgicos que tantos cismas o divisiones han provocado a lo largo de los siglos y aún hay gente que sigue favoreciéndolas sin saber , yo , con qué fines y con qué miras. Amplias , pacifistas y amorosas desde luego que no . Llegamos a la conclusión , a la luz de la Luna y frente a una mar en calma , que en el gran teatro del mundo hay poca gente preclara y, todavía menos , clara como era la noche sureña de aquel día de verano . Sí mucha gente obscura , así me gusta escribir el término , que se esconde en anonimatos o tras intereses inconfesables . Gente que nos induce al error sin que sepamos si actúan por maldad o por torpeza . Sigo sin saber dónde empieza una y dónde empieza otra. Sin saber ni dónde empiezan ni dónde acaban . ¡ sigo dudando de tántas cosas !. Otros lo saben todo y están en posesión de la verdad absoluta. ¡ qué suerte tienen los muy dichosos y felices !. Me conformo con ver rielar la Luna y con ver un mar de plata ante mis ojos ya algo cansados de ver tantas cosas que hubiese preferido no ver . Me conformo con oír las olas rompiendo en la orilla de la playa a pesar de también haber oído tantas cosas que hubiese preferido no oír jamás.Me conformo con el amor de mi mujer y de mis hijos , correspondido , que no es poco.
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