Los recuerdos de personas pasadas y de vivencias también pasadas nos asaltan en cualquier momento. Aunque hay circunstancias que los facilitan , todos nos acompañan por mucho que intentemos vivir el presente. Nuestro presente está formado , en buena parte , del pasado sin el que éste no sería así. Lo sería de otra forma . De aquí la gran importancia que en la vida de cualquier persona tiene su pasado y mientras mayor edad tengamos mayor será nuestro pasado y menor nuestro futuro. Déjome de filosofías perogrullescas y voy al recuerdo de dos personas que tanto significaron en mi vida laboral y sobre las que prometí ( y suelo cumplir los prometido o hablado a no ser que errara en aquello o en esto o no hubiese debido prometer ni decir nada llevado por el corazón más que por el análisis de las circunstancias ) escribir otras entradas. Como lo prometido , al menos para mí , es deuda , lo hago ahora aunque el recuerdo es diario y el agradecimiento vitalicio.Me refiero a Alicia Plaza de Prado y a Marisol Pascual y Pascual., compañeras y amigas , ejemplos que fueron para la enseñanza gaditana , andaluza y española.
Mi mujer , maestra de escuela que ha ejercido su magisterio educando a sus hijos , y míos ,en casa y no en colegio público o privado alguno , y sigue haciéndolo porque la educación es trabajo que debiera durar toda la vida , fue , aparte de alumna mía , alumna de Marisol Pascual. Marisol le explicó , en segundo curso de su diplomatura , Filosofía. Yo , asimismo en segundo curso , Historia de la Edad Media e Historia de América Ayer , sin ir más lejos , ordenando papeles , le salieron los apuntes de todas las asignaturas de su carrera y , entre ellos , los de Marisol y los míos. Al hilo de estos apuntes , comentamos las virtudes de Marisol y , hablando , salió a relucir , entre los recuerdos , uno sobre una actitud de Marisol que refleja la forma de ser y actuar que mantuvo a lo largo de su vida ,de cuyos últimos días fui testigo .
Los compañeros de curso de Carmen-carminis , mi mujer , le comunicaron un día del año académico 1984-1985 que , al día siguiente , harían huelga y no asistirían a clase. Marisol negó que la huelga fuese justificada pero la ausencia se produjo . No recordamos el motivo de la huelga , pero tras ella y reanudado el curso normal , Marisol dio su primera clase mirando a la pizarra y dándole la espalda al alumnado . La segunda , mirando a la ventana ,de perfil , y sin dirigir sus ojos a los alumnos. La tercera , frente al auditorio , pero sin abrir los ojos. Sin comentario sobre la ausencia , para ella injustificada del día consabido , pensaría que la mejor forma de demostrar su rechazo a lo acontecido no eran las palabras ; sino las actitudes. Con razón o sin ella , las actitudes suelen tener mucho más valor que las palabras. A éstas se las lleva el viento. El de Cádiz o el del lugar que sea. Las actitudes tiene valor . Las palabras , poco para el común de los mortales En la cuarta clase , la normalidad volvió y el respeto hacia Marisol Pascual continuó. El respeto y la admiración que su figura causaba en todos los que la conocimos y tratamos compartiésemos o no sus planteamientos políticos e ideológicos. Cuando se es coherente se es. Cuando no se es , no se es casi nada. Casi nada bueno.
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