Con relativa frecuencia tomo el autobús de la línea número uno de la ciudad. El que va de Cortadura a la Plaza de España. No a diario porque no no me hace falta ir al centro , a Cádiz como los gaditanos dicen , diariamente , ni mucho menos. El servivcio funciona con regularidad y si se acaba de ir un autobús el siguiente no suele tardar más de cinco minutos. Esta frecuencia hace que , tomándolo en parada próxima al inicio del recorrido, el usuario pueda hacer su trayecto sentado. Como lo suelo coger , cuando lo hago , en la parada del campo de fútbol , del Estadio como dicen los gaditanos , me puedo , la mayoría de las veces , sentar. Es medio de transporte cómodo , en cuanto lo tomo a dos minutos de casa y me deja en pleno y bello centro de la ciudad , y buen termómetro sociológico. Pocas veces he coincidido con revisores , que agradables son , y , siempre , como es natural , con el conductor del autobús de turno o chófer y , si en francés se quiere decir , chauffeur , aunque no sea lo más indicado para el caso. Se trata de personas , las llamenos con el nombre que más oportuno nos parezca , encantadoras y eficientes que saben desempeñar sus oficios ( conducir y cobrar ) con buenas formas y agrado general. Tanto que , a veces , si el tránsito urbano se lo permite , esperan a a quien ha llegado algo tarde para subirse aunque hayan iniciado la maniobra de arranque. Puedo dar fe de la paciencia con la que transitan por la avenida de Cádiz , la Cuesta de la Calesas y Canalejas y de la correcta forma con la que atienden a las personas impedidas o con cochecitos de niños que se suben. Sonrientes y simpáticos reflejan en sus comportamientos que desempeñan su oficio de manera gustosa. Solo se les puede poner un pero que quizá esté justificado por la escasa distancia entre parada y parada , por la abundancia de semáforos en el itineraio y por las jugarretas que les hacen los coches que , por la Avenida ( trinominal ) de Cádiz , circulan : algunos movimientos bruscos en las arrancadas y algunos frenazos no imputables a ellos. Por lo demás , servicio y conductores perfectos. Cuánto me gusta alabar las cosas cuando son merecedoras de elogios. Comentar lo que está bien hecho esté cerca o esté lejos. Me incumba o no . Aparte de lo escrito , las conversaciones que se oyen en los autobuses son fiel reflejo de la realidad social de Cádiz. Los autobuses municipales de las demás ciudades españolas también son buenas escuelas sociológicas. De las españolas y de las extranjeras si se conocen las lenguas propias de las naciones. En los autobuses se puede aprender mucho si se tiene capacidad de observación. Yo escucho y trato de aprender mediante ella porque la vida , dicen y es cierto , es un continuo aprendizaje. Todos podemos aprender de todos. Lo malo es que algunos se mueren sin haber aprendido más que cuestiones inanes y nada sobre el hombre y la realidad.
EL BLOG DE GUILLERMO ÁLVAREZ DE TOLEDO PINEDA. Blog independiente y de temas multicolores. Entre ellos , el tema estrella : Historia de los Álvarez de Toledo Golfín. Etiquetas temáticas en la parte inferior y lateral con las gracias por entrar y leerme.Unas gotitas de humor no van mal en la cazuela de la VERDAD y mucho pueden decir.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
No has exagerado ni mijita, has dibujado perfectamente al Servicio Municipal de los Autobuses gaditaanos. Magnifica escuela de la vida cotidiana, si prestamos la debida atención, de todas las clases socialesy con carga y gracia chirigotera para exportar
¡Olé, olé y requeteoleeeeeeeeeeeeeeé!
Abrazo.
Mari carmen.
Publicar un comentario