Me encuentro a don Miguelón con un halcón maltés en su hombro . Está tranquilo el halcón y presenta su porte señorial a tono con el del señor Del Águila Imperial., quien me comenta los hechos nada señoriales que siguen ocurriendo en su comunidad . Han vuelto a abrir , forzándola , la puerta de los telefonos ; y los cables de ellos y de otras conducciones eléctricas han aparecido por el suelo y desencajados . Probablemente el mismo zulú que habita en su casa , mal propietario o mal inquilino , pésimo , ha vuelto a dejar que los perros se meen en el montacargas ( algo se ha progresado en cuanto que ya no lo han hecho en el ascensor ). Otro día se encontró la puerta del garaje abierta y un coche desconocido ocupando su plaza . Las bolsas de basura sigue el zulú dejándolas por cualquier sitio sin llevarlas al contenedor correspondiente y hoy se ha lucido abriendo los buzones y esparciendo lo que contenían por el suelo de la entrada. No contento ni satisfecho del todo , ha defecado , utilizando término que al cagón no cuadra me ha dicho , en la escalera que baja al garaje. Piensa don Miguelón que se trata de salvaje no propietario y sí arrendatario de verano excepto en lo referente a la responsabilidad de las meadas de los perros en el montacargas. Sea el autor de la fechorías quien sea o quienes sean , don Miguelón va a hablar con el administrador y piensa convocar una reunión extraordinaria de la comunidad en la que , de nuevo ( le he comentado yo ) volverá a ponerse de manifiesto la calaña de buen número de propietarios , semejante a la de los inquilinos, pues los arrendadores de pisos , si no tienen en cuenta la falta de calidad de las personas a los que se los arriendan , también son ellos carentes de ella y , sin duda , responsables.
Abandone en cuanto pueda esa cueva de Alí Babá en la que vive , don Miguelón , le he vuelto a aconsejar , porque dime cómo es el arrendador y te diré cómo puede ser el arrendatario.
Desde luego la comunidad que preside don Miguelón Del Águila Imperial es una cueva de alimañas salvo excepciones . Que tenga cuidado con el halcón maltés y con el águila imperial que picos hirientes poseen . Hato de sinvergüenzas y de gente impresentable es con la que tengo que compartir edificio , dijo don Miguelón tendiéndome la mano mientras el halcón maltés , con su caperuza puesta , me ofrecía una garra en señal de amistad. Hay muchos animales que lo son menos que muchos hombres.
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