A MIS LECTORES DESDE ALEMANIA.

A ellos , viendo las estadísticas del blog SEVILLACÁDIZ , les doy las gracias por leer mis entradas en número considerable. Constato que se han superado las 18.000 y que el ritmo es creciente. Ni sé ni me importa que mis lectores desde la República Federal Alemana  que preside el señor don Joachim Gauck y cuya canciller es la señora doña Ángela Merkel desde el año 2005 sean de origen ario o sean del lugar que sean . Lo que es cierto y sí me importa  es que desde la antigua Germania , como Roma llamó a aquella extensa superficie centro europea ,  me leen con asiduidad mantenida. 

Pienso que en mis lectores desde la dicha República Alemana puede haber españoles que allí trabajan desempeñando unas labores u otras e incluso algunos amigos de mi hija , entre ellos Markus Radatz,  que alemanes son. No obstante , teniendo esta  procedencia o no las entradas al blog desde Alemania , me es más que grato que los escritos del escribidor que firma adquieran así cierto carácter internacional aunque modesto sea . Internacionalidad en la que , tras la alemana , destacan , por el número de visitas a mi blog ,  Estados Unidos , Argentina , Méjico y Venezuela en el llamado Nuevo Mundo ; y Francia , Rusia , Reino Unido y Ucrania en el conocido como Viejo Mundo. Lo de Nuevo y Viejo son apelativos no de uso obligatorio pero que así los denomino para entendernos. A todos mis lectores , cuyo número mayor es el procedente de lecturas desde España , reitero las gracias por leer mis escritos y , en algunos casos , seguirlos con fidelidad se compartan las ideas en ellos expuestas o no se compartan.  Lo que es indudable es que quién me iba a decir a mí , modesto profesor de universidad provinciana ya jubilado , que mis ideas , opiniones , planteamientos vitales , creatividad mayor o menor e incluso la historia de mi familia paterna a la  que considero como tema estrella o principal del blog  SEVILLACÁDIZ  , iba a ser leído en lugares tan distantes y dispares como Madrid o Malasia. Gracias también  a la técnica que me lo permite aunque no sea muy partidario de , para mí , su desarrollo excesivo al que no acompaña el desarrollo intelectual ni la lucidez del hombre que la ha creado . Ojalá el hombre y la técnica fuesen de la mano y con igual velocidad de progreso. Ésta corre y avanza sin que aquel pueda mantener la velocidad punta y . simplemente , camine por derroteros anticuados y equivocados intentando ponerse a su altura pero sin lograrlo.