Y me dice que está a punto de emprender otro vuelo. De lanzarse al vacío . Como es paracaidista del ejército español ni me asusto de lo que dice ni me coge por sorpresa ya que para él es lo más natural del mundo y poco peligroso al tratarse de ejercicios programados para mantener el cuerpo en forma. Vamos , de maniobras a las que tan acostumbrados están los tres ejércitos españoles , el de tierra , el de mar y el de aire , al que pertenece Pepe Ícaro , y dirige , como ministro de Defensa , el señor vasco y de casi de mi misma edad don Pedro Morenés.
Me dice Pepe que aunque el día está bueno , claro y la velocidad del viento es la adecuada para no alejarse del objetivo en el que pretende tomar tierra , todavía no ha decidido , por motivos meteorológicos , es decir por no tener seguridad en que nos vaya a hacer el buen tiempo que nos permita disfrutar de la invitación que nos debe en su casa de campo andaluza , el día en que los invitados iremos a conocerla y a tomar algo en las mesas rectangulares encargadas a la empresa MESAS REDONDAS.
Le respondo que tenga suerte en el salto aéreo y le pregunto por la forma de ser , de comportarse y de actuar el ministro Morenés , afirmándole que mis dos primos José Joaquín y los demás invitados están deseando que llegue tan esperado día de campo para sentarnos en las sillas que rodean las mesas rectangulares por nosotros diseñadas y por los ebanistas de la empresa MESAS REDONDAS acabadas.
En cuanto a mi afirmación , se alegra del interés mostrado por los invitados . En lo referente a mi pregunta sobre el señor Morenés me responde que , aunque tengamos máxima confianza y amistad sincera , él no debe pronunciarse sobre dicho Ministro de España ni en lo personal ni en lo ministerial. Que las reglas militares no aconsejan los pronunciamientos en este sentido ni en sentido alguno. En relación con mi inquisición nada religiosa y sí laica me comenta , pues no pertenece a ejército alguno , que conoció , de joven , contando unos dieciséis años más o menos , a un muchachote llamado Morenés, de cuyo nombre de pila no se acuerda que era más chulo que un ocho.
Solo recuerda de ese muchachote que era guapetón y andaluz y que más no quiere recordar de aquella persona que tan poco le dijo por considerar a Pepe más como cosa que como hombre digno .
Malos recuerdos , le comento. Ni malos ni buenos , Wilhelmus , fue , junto a lo que sigue, lo que obtuve por respuesta : un desconocedor absoluto de la realidad y . en cuanto tal , alguien de quien no merece la pena hablar.
Cambio y corto , Wilhelmus , que ya estoy dispuesto a dar mi salto al vacío. Suerte y hasta la próxima conversación en la que volveremos a hablar del día del almuerzo campestre . E Ícaro emprendió el vuelo entre los aires sin mayor problema. Lo considero un héroe y un verdadero amigo y señor de los que tan pocos hay . Un parachutista de élite que un día de viento , arrojándose desde un avión del ejército del aire español en su paracaídas a las arenas de la playa de Cádiz , cayó en nuestra terraza y , desde aquel día , nuestra amistad empezó a fortalecerse hasta el de hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario