Estoy en el cabo Comorín , en el extremo meridional de la India. He rastreado ya toda la costa Malabar y apenas tengo esperanzas de hallar el cadáver o lo que quede de Bin Laden. Así pensaba ayer cuando , en la inmersión de hoy , con los ojos algo pitañosos de forzar la vista ante el visor , me encuentro , en no muy mal estado de conservación , algo que parece un cuerpo humano. Doy el aviso al equipo de superficie y , de inmediato, se incia la maniobra de rescate. Fruto de ella es la extracción, desde aquellas aguas profundas e índicas, de los restos humanos avistados.
Realizado el rescate del cuerpo , al que sólo le faltaba la mano y el antebrazo izquierdo tal vez devorado por un ingenuo tiburón desconocedor del mal sabor de aquellas carnes , lo depositamos sobre la arena de la playa. Todos pensamos que se trata del cuerpo buscado. Que se ha logrado alcanzar el objetivo propuesto. Pensamiento que pasa a certeza cuando yo rasco, con una navajita de Albacete que me regaló el albaceteño que vive en las islas Laquedivas, un anillo que luce el cadáver en el dedo correspondiente de la única mano que conserva, la derecha.
Pido algo de vinagre para disolver las adherencias marinas y con lentitud aparece la B , luego la I y después la N ( Bin ). Continúo la delicada operación y , embargándome la emoción , así como a todos los mirones que han acudido a la playa y al resto de los integrantes de la misión de búsqueda , empezamos a ver lo que puede ser una L. Persevero en mi trabajo de descubrimiento de letras y ,tras resistirse la siguiente, sigo con la de al lado , una D , y , tras ella una E y una N. La palabra casi está formada : BIN. L, una incógnita , DEN. Saltamos de alegría y los ojos lagrimean, sobre todo los pìtañosos míos. Me apresuro a mandarle un mensaje a don Felipe Delgado comunicándole la buena nueva. Salta de gozo por los comentarios que me hace. Llega a decirme que soy el mejos periodista del mundo. Lo que esto significará para EL DÍA DE MAÑANA.Me promete una caja de Vega Sicilia , un jamón de Guijuelo y otro de Jabugo. Nada para lo que merezco, dice. Le doy las gracias y pido que me diga el protocolo diplomático a seguir.
Antes de lanzar la noticia a los cuatro vientos, raspe la letra que se resiste a ser revelada. Lo hago con sumo cuidado para sumarla , para completar el término LADEN , al resto de las letras descubiertas ; apareciendo , redonda como una plaza de toros , una O.¡ Oh! se oye como exclamación de desilusión plena.
Son los restos de Bin Loden , alguien relacionado con la casa de abrigos elegantes de lanas tirolesas. Probablemente de un hijo del señor Loden convertido al islamismo. Qué fiasco.
Sabedor don Felipe de que no se trata del cadáver buscado, no se enoja. Con algo de resquemor se limita a darme ánimos diciéndome : No se rinda , Wilhelmus. El hallazgo del cadáver de Bin Laden debe estar muy próximo si ha encontrado los restos de Bin Loden. Sea perseverante y un abrazo. Ánimo y hasta la próxima. Estoy seguro de que terminará dando en el blanco, finaliza quitándole importancia a la cosa. Seré cauto, respondo. No tengo dudas de que voy por buen camino submarino.
Realizado el rescate del cuerpo , al que sólo le faltaba la mano y el antebrazo izquierdo tal vez devorado por un ingenuo tiburón desconocedor del mal sabor de aquellas carnes , lo depositamos sobre la arena de la playa. Todos pensamos que se trata del cuerpo buscado. Que se ha logrado alcanzar el objetivo propuesto. Pensamiento que pasa a certeza cuando yo rasco, con una navajita de Albacete que me regaló el albaceteño que vive en las islas Laquedivas, un anillo que luce el cadáver en el dedo correspondiente de la única mano que conserva, la derecha.
Pido algo de vinagre para disolver las adherencias marinas y con lentitud aparece la B , luego la I y después la N ( Bin ). Continúo la delicada operación y , embargándome la emoción , así como a todos los mirones que han acudido a la playa y al resto de los integrantes de la misión de búsqueda , empezamos a ver lo que puede ser una L. Persevero en mi trabajo de descubrimiento de letras y ,tras resistirse la siguiente, sigo con la de al lado , una D , y , tras ella una E y una N. La palabra casi está formada : BIN. L, una incógnita , DEN. Saltamos de alegría y los ojos lagrimean, sobre todo los pìtañosos míos. Me apresuro a mandarle un mensaje a don Felipe Delgado comunicándole la buena nueva. Salta de gozo por los comentarios que me hace. Llega a decirme que soy el mejos periodista del mundo. Lo que esto significará para EL DÍA DE MAÑANA.Me promete una caja de Vega Sicilia , un jamón de Guijuelo y otro de Jabugo. Nada para lo que merezco, dice. Le doy las gracias y pido que me diga el protocolo diplomático a seguir.
Antes de lanzar la noticia a los cuatro vientos, raspe la letra que se resiste a ser revelada. Lo hago con sumo cuidado para sumarla , para completar el término LADEN , al resto de las letras descubiertas ; apareciendo , redonda como una plaza de toros , una O.¡ Oh! se oye como exclamación de desilusión plena.
Son los restos de Bin Loden , alguien relacionado con la casa de abrigos elegantes de lanas tirolesas. Probablemente de un hijo del señor Loden convertido al islamismo. Qué fiasco.
Sabedor don Felipe de que no se trata del cadáver buscado, no se enoja. Con algo de resquemor se limita a darme ánimos diciéndome : No se rinda , Wilhelmus. El hallazgo del cadáver de Bin Laden debe estar muy próximo si ha encontrado los restos de Bin Loden. Sea perseverante y un abrazo. Ánimo y hasta la próxima. Estoy seguro de que terminará dando en el blanco, finaliza quitándole importancia a la cosa. Seré cauto, respondo. No tengo dudas de que voy por buen camino submarino.
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