Y digo en ella , aquí , que los políticos españoles siguen sin entererase ni entender nada de nada y ofuscados en lo suyo que sabemos todos en qué consiste : en decir tonterías y seguir cometiendo errores que tendrán soluciones muy a la larga , espero. Sin percatarse , o percatándose y haciendo el juegio al omnipotente capitalismo salvaje que galopa sin freno , de que lo que ellos llaman crisis es decadencia y retroceso con respecto a los avances sociales logrados en décadas anteriores . Caída a plomo de la llamada sociedad del bienestar. Olvidándose de que en las sociedades los hombres deben estar por encima de los intereses económicos de los Estados. Hablando y hablando de macroeconomía y haciendo caso omiso de las economías familiares y personales como si en las palabrejas y en los conceptejos de la macroeconomía estuviese la solución o la mejora de los males y carencias que , minuto a minuto , van en aumento en nuestra sociedad española , sobre la que escribo , y en otras no hispánicas.
Lo que vivo me recuerda situaciones no vividas pero leídas. Me recuerda a la caída del Imperio romano de occidente en los lejanos años del siglo V después de Cristo. Derrumbe de estructuras socioeconómicas causado por un conjunto de circunstancias adversas y diversas pero que sumió a Europa en la oscuridad de la alta edad media. Ruptura del entramado y tejido político , social y económico que frenó el progreso que Roma lideraba . Aquellos , es evidente , eran otros tiempos y las soluciones aplicables otras, pero el hombre, a pesar de los avances tecnológicos , sigue siendo el mismo . Por ello me temo que la crisis , a la que llamo COSA porque no hay quien la explique de forma coherente aunque yo huela las causas , va a ir para mucho más largo de lo que los políticos , tan optimistas como incapacitados para atajarla , dicen y dicen y vuelven a decir. Ojalá mis temores no se cumpliesen. Significaría un cambio en la manera de ser del ser humano. Punto difícil entre los hombres de España, de Alemania , de Estados Unidos , de Rusia o de cualquier lugar del planeta azul. No del planeta rojo sede de la redacción del periódico al que mando la crónica con fecha de hoy.. Me recuerda más a la decadencia del imperio romano que al crack de 1929 yendo menos lejos. Tal vez esté equivocado pero es lo que le parece a este modesto corresponsal del periódico en el que colaboro. No es la primera vez que expongo , sobre este tema , mi coincidencia con la teoría de Oswald Spengler en lo referente a la decadencia de Occidente. De nuestra civilización occidenteal tan terráquea.
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