Menos grande que la que vio mi mujer pero llena y bella como digo en el epígrafe. No me hizo falta poner el despertador porque cuando uno se quiere despertar a una hora determinada , lo hace sin necesidad de tic-tac mecánico. El tic-tac suena en nuestro cerebro y no en nuestros oídos a no ser que que nos hayamos sobrepasado en unas cosas u otras y Morfeo no nos deje despertar. Como no me había sobrepasado en nada , me desperté con las primeras luces del día , al alba al alba como canta el poeta Luis Eduardo Aute : Al alba al alba , al alba al alba ... Al alba de Aute y a las canciones albas y polícromas de Guillermo Alvah. Con mi hijo y con Aute en mis oídos , salí a mi terraza para poner la Luna ante mis ojos. Y la vi , llena y bellísima , simpaticona y rielando , al frente y alta . Menos grande pero lucida y limpia , sonriendo a los hombres que la mirábamos y coqueta en su desnudez plácida queriendo ser paridora de hombres como canta María Dolores Pradera en su : Hijo de la Luna. ¡ Quién lo fuera !. Nos acercaríamos , siéndolo, al cielo.
Lucía a mi izquierda mientras aún las barquitas que habían pasado la noche en el mar, oyéndolo y tirando las redes de pesca , mantenían sus fanales encendidos conviviendo con las primeras luces del amanecer. Luces y luces entre luces de Luna ...Impresionante aunque no estuviese tan grande como Carmen-carminis la vio ayer. Esta entrada la mando a Marte antes de que los hombres , cuando lleguen , estropeen y ajen el planeta rojo. Ni José Joaquín , ni Arturo ni yo lo hicimos pero aprendimos ¡ tántas cosas que la mayoría de los hombres no saben !. Entre ellas , que no sabemos nada del Cosmos ni de los planetas que lo pueblan incluído nuestro planeta azul. No conocemos nuestra propia casa ni nos conocemos a nosotros mismos que es por donde debiera empezar cualquier conocimiento . Desde Cádiz hacia el Infinito mediante A.B.C. INTERESTELAR.
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