Tienen algunas mujeres , sumisas o no , innumerables encantos y atractivos. Las que los tengan . Y uno de ellos , para algunos prosaíco pero para mí no lo es de ninguna manera sino todo lo contarrio , es el de tener buena mano para la cocina. Viene esta sutileza , aunque muchos no querrán considerarla así y en todo su derecho están para discrepar conmigo aunque ellos se la pierden , a cuento de una invitación que nuestra hija Carmen nos hizo en una cervecería de reciente apertura en la calle Plocia de Cádiz llamada El Patio De Plocia. Sobre la citada Plocia he escrito algo en este blog . Tanto sobre ella , como sobre la calle que luce su nombre en el callejero de Cádiz en el que tantos nombres de romanos hay. No se olvide la importancia indudable de la antigua Gades . Ni la importancia de la Gades romana ni del atractivo y bellezas que esconde , o más bien se manifiesta , en su calle Plocia. Nos atendió , en el Patio de Plocia , una camarera , evidentemente gaditana , de la que nos dijo otro camarero del lugar que parecía sacada del Club de la Comedia , el programa de televisión que emite no sé qué cadena porque veo poco la televisión a Dios gracias.
El sitio , el lugar llamado : El Patio de Plocia , en el bajo de una antigua casa muy remozado , era digno , limpio y pulcro. De cierta calidad como pude comprobar cuando fui a los lavabos para orinar , lavarme las manos y echarles una ojeada. Los lavabos , aseos , baños , servicios o urinarios usando término más antiguo , no solo revelan las procedencias sociales de los que los llaman con un nombre u otro , sino que dicen mucho bueno , menos bueno o malo de la categoría y fiabilidad del bar , restaurante , cervecería , tapería , tasca , taberna , hotel o como se pueda denominar el establecimiento hostelero que corresponda.
Nos tomamos en la barra unas cervezas , bien frías y bien tiradas , y yo , además , una copa de un crianza de Rioja muy digno (correcto , utilizando terminología de mi primo Goyo ) cuya bodega desconocía. De tapa , unos langostinos menuditos pero muy sabrosos , calzándome yo unos garbanzos con coles que la camarera , procedente del Club de la comedia según su compañero , me ofreció como obra de la cocinera , Chari , a la que , en caso de haber estado presente , la hubiese felicitado por su buen hacer y entender de lo que entre manos se trae.
Tras darle a probar los garbanzos a Carmen-carminis y a Carmen-filia , le sugerí a Carmen la mayor que los hiciese en casa . En ello está ahora mismo y acaba de llamarme a la cocina para que les eche un vistazo y una olida. Prometen estar monumentales. No todo en las mujeres es sumisión o insumisión .Tienen valores muy superiores . Las hay sumisas que no valen un céntimo e insumisas , a no sé qué , que valen un Potosí.
Si digo que antes se oía decir que a los hombres se los conquista por el estómago me pueden llamar machista ; así que no digo nada . Nada más que lo que digo : estoy deseando de que llegue la hora del almuerzo. Tal vez antes , a la hora de la copìta , lo de aperitivo siempre me ha parecido cursilón y con lo cursi no puedo , es superior a mis fuerzas , cate los garbanzos con coles de mi mujer que tiene el valor de ser buena cocinera entre otros valores de mayor enjundia . No tengo la menor duda de que , a juzgar por lo que hasta ahora puedo juzgar , estarán para quitar el sentido y tomarlos con chaqueta y corbata. Serios.
2 comentarios:
¡Buen provecho!seguro, que con el cariño que los habrá preparado; tienen que estar buenísimos.
Y tomo nota, ya que en Diciembre voy a estar 3 días en Cádiz, de pasarme por la calle Plocia; eso si, con mi esposa del brazo. ¿lo pillas?
Un abrazo, amigo.
Manuel.
Lo estaban , Manuel. Cuando vengas en diciembre podíais llamarnos y pasear ... por la calle Plocia.
Otro abrazo amistoso y gracias por el comentario.
Guillermo
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