Los rayos de Sol hacen relucir aún más sus mofletes tersos y brillantes . Mira al astro rey , sin deslumbrarse, con sus ojos azules , redondos , bondadosos , que destacan en su rostro . Que destacan en él como sus orejas grandes y asoplilladas semejantes a asas de tazas de café que me recuerdan a las de Samuel Etoo el buen futbolista negro que jugó en los campos españoles.
Titín es blanco y no negro aunque lo hubiese podido ser . Tampoco futbolista . Blanco , sonrosado y pequeño de cuerpo hasta el punto de que sus pies , desnudos , permanecen dentro del asiento de su sillón de mimbre. La desnudez de sus extremidades inferiores ofrecen a mi vista su dedo gordo del pie derecho enhiesto y las yemas de los otros como garbancitos . Luce traje de cuadros escoceses y una chaquetita roja de la que sobresale un cuello bebé blanco , impoluto y elegante que contrasta con la desnudez que enseña de media pierna hacia abajo por la falta de calcetines. Pienso que se puede enfriar.
Titín habla muy muy bien y con gracia recordando su voz a la de su abuela materna . Aunque empezó a balbucear con un año de vida , tardó en soltarse de palabras como su madre. De sus catorce o quince abriles , los primeros los vivió , feliz , con su madre y abuelos maternos , nosotros ; y , cuando la depresión me cogió entre sus garras , Titín Kambumba Alvarinus Toletanus se encerró en el trastero para no volver a salir hasta mi recuperación plena. Cinco primeros años conviviendo con nosotros día y noche , cinco en el encierro voluntario porque no podía verme sufrir y cuatro o cinco años de vuelta de su exilio. Catorce o quince en total , pubertad , durante los que lo hemos querido , cinco añorándolo , como nieto amadísimo.
Titín es imperturbable y , aunque su padre regresó a su África central natal al ver que había tenido un niño blanco , jamás se ha quejado de su orfandad.. Hay tontos de todos los colores , suele comentarnos sobre la huída paterna al África profunda mostrando la profundidad de su pensamiento y sin perder la sonrisa .
Titín nunca ha dado la lata ni se ha buscado problemas . Sabe que estos vienen embarcados en la vida misma y que buscarlos es una insensatez que limita con la estupidez y a ella , sobre todo en su parte final , se asemeja.
Titín es un don de Dios como el río Nilo para Egipto ; y , para nosotros , un regalo de los Reyes Magos a Carmen-filia , de niña , a más de otro miembro de la familia.
Titín sigue sentado en su sillón de mimbre , hoy , tal como estaba ayer , viendo pasar las nubes por el cielo que contempla. Titín es un contemplativo que todo lo ve y todo lo comprende con su gran corazón.
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