UN PRESIDENTE DE COMUNIDAD , CLIENTE ASIDUO , ME COMENTA :

Sentados los dos en sendos taburetes , con respaldo ,  de la barra del restaurante en el que desempeño mis entretenidos y variados trabajos  (EL RECLAMO DEL GOURMET) me dice , mientras Amanda Amore nos sirve con amor dos copas de cervezas anchas y de cristal fino , heladas y espumosas , que , asunto que yo desconocía porque el señor es hombre discreto al que no le gusta presumir de nada y menos de un cargo tan pesado cual es el que ejerce en su comunidad , ha recibido una llamada del administrador de la misma anunciándole la próxima recepción de una carta de un miembro de la comunidad a través de la secretaria del mismo. Tras decirme Ferdinandus , que así se llama el señor con el que compartí barra , cervezas y tapitas que nos ha puesto por delante Amanda Amore además de sus atractivos propios , que desconocía que el tal señor tuviese secretaría particular , lo cual puede hacer pensar que es un señor de categoría  aunque ni la huela ni se acerque a ella por sus dichos y comportamientos según me hizo saber Ferdinandus sin entrar en detalles porque para qué comentar más del ser que comparte con otros el original edificio del que Ferdinandus es el responsable electo y está presto a ceder la responsabilidad dada la catadura  del jefe de la secretaria ( la parrafada es mía ;  no de la secretaria ) No sé , respondió a manera de monólogo en el que dejaba entrever su indignación , cómo se puede carecer de  cosas tan elementales como un bañito de saber estar y hacer las cosas con mínima educación. Mejor dicho , si lo sé pero prefiero no exponerlas. Tras terminar comentándome que ya me explicaría algo más cuando recibiese la carta de la secretaria del individuo , se dirigió a la mesa que suele ocupar y Pepa Sevilla le acercó la carta con las sugerencias del día. Un regalito , Wilhelmus , todo un regalito el jefe de la secretaria cuyas ocupaciones no sé en qué consisten pero que parece tener , al menos , una secretaria personal.  Hay secretarias capaces de todo y jefes capaces de cualquier cosa por rara que sea  también, terminó diciendo Ferdinandus. Y comportamientos y actitudes aún más extrañas , apostilló .